Los telefilmes norteamericanos buscan nuevos caminos alejados de sus esquemas tópicos

Las típicas producciones norteamericanas están viviendo una evidente evolución. Los programadores buscan nuevos caminos de mejora de sus productos, ya obsoletos en muchos casos. Series como Dallas, Falcon Crest u Hotel han desaparecido de las preferencias del público. Nuevos productos, como La hora de Bill Cosby, Las chicas de oro, L. A. Law o Night court, con mayores dosis de calidad en la realización y con una afortunada recuperación del guión, marcan una nueva etapa del telefilme, que TVE recoge parcialmente.

En las últimas temporadas se ha producido un importante cambio en la concepción norteamericana de los telefilmes, que empiezan a incluir elementos de mayor calidad para hacer frente a la creciente industria europea. Baste como ejemplo el de Canción triste de Hill Street, uno de los mayores éxitos en Norteamérica de los últimos años. En España, con evidente desfase, la serie desapareció tras varios meses de emisión y no volverá hasta cerca del verano. En Estados Unidos terminó hace unos meses, después de tres años de emisión ininterrumpida.Entre los nuevos productos de éxito destacan los de la factoría Cosby -véase EL PAÍS de ayer-que viven en la actualidad un momento de especial éxito. La hora de Bill Cosby -The Cosby show, en Estados Unidos- se mantiene desde hace meses en el primer lugar de audiencia. A different world, la serie protagonizada por Lisa Bonet -Denise, en La hora de Bill Cosby- se ha aupado, en un mes de existencia escaso, al segundo lugar de las dos principales clasificaciones de audiencia que se realizan en Estados Unidos, Nielsen y AGB.

Entre las producciones triunfantes ahora mismo en el mercado norteamericano se encuentran varias conocidas del público español. Curiosamente, la mayor parte de ellas ya no se emite en España, como Luz de luna o Se ha escrito un crimen, o lo dejarán de hacer en las próximas semanas, como es el caso de Las chicas de oro.

Algunos de los grandes éxitos de las últimas temporadas siguen sin pasar por nuestras pantallas. Tal es el caso de las series policiacas Cagney & Lacey, protagonizada por dos mujeres detectives, o L.A. Law, creada por Steve Boccho, el primer productor de Canción triste de Hill Street. Con respecto a lo que mejor funciona esta temporada, hay en nuestra programación importantes ausencias. Algunas, como A different world, son quizá demasiado recientes. Otras, como Night court -Corte nocturna-, están incomprensiblemente fuera de nuestras pantallas.

Night court ha sido una de las grandes series de la pasada temporada. Obtuvo varios premios Emmy y se mantiene de forma regular entre los espacios preferidos de la audiencia norteamericana. En la serie se narran, en clave de comedia, las aventuras y desventuras de una corte judicial bastante peculiar. El papel principal está protagonizado por John Larroquette, conocido en España por su participación en la película Cita a ciegas, junto a Bruce Willis y Kim Basinger.

Otras series de éxito ausentes de nuestra programación son Cheers y Family ties. Cheers, otra comedia, recoge la vida de un bar cuyo nombre da título a la producción. La variedad y amplitud del reparto y la cotidianidad del diálogo son sus principales valores. Family ties tiene su principal valor en el protagonista, Michael J. Fox, el ídolo de las adolescentes de aquel país. En España es conocido a través del cine -Regreso al futuro y El secreto de mi éxito-. Por el contrario, malos tiempos corren para los seriales típicamente americanos. Falcon Crest, cuya segunda parte emitirá TVE, se encuentra lejos de los primeros puestos. Hotel, que vuelve a la programación de la sobremesa en España en unos días, se encuentra en los últimos lugares de las preferencias del público norteamericano.