Un nuevo reparto de poder permite a Letona acceder a la presidencia de Banesto hasta finales de 1988
El pacto alcanzado en el seno del Banco Español de Crédito (Banesto) cristalizó ayer con un reparto de poderes que varía sustancialmente el panorama de control del primer banco privado español. La reunión del consejo de administración de la entidad, celebrada en la mañana de ayer, acordó el nombramiento de Mario Conde y Juan Abelló como vicepresidentes y miembros de la comisión ejecutiva de la entidad. José María López de Letona, actual vicepresidente y consejero delegado, pasará el día 12 de diciembre a ocupar la presidencia de la entidad, con poderes de consejero delegado del área bancaria. Dichos poderes, sin embargo, lo son "a término" hasta el 31 de diciembre de 1988.
Mario Conde y Juan Abelló han conseguido aparentemente todos los objetivos que perseguían cuando iniciaron su aventura inversora en el capital social de Banesto, a finales del pasado verano. En efecto, Conde y Abelló, además de ambas vicepresidencias, han conseguido los poderes delegados del consejo para el grupo industrial y sociedades participadas del banco.López de Letona, por su parte, será presidente, como estaba previsto en principio, el próximo día 12 de diciembre, y asumirá los poderes de consejero delegado para el área bancaria. Ambos cargos serán de empeñados por Letona hasta el 31 de diciembre de 1988, fecha en que, de acuerdo con los términos del acta de la reunión de ayer, cesa en tales cargos. Letona se queda con los poderes del área bancaria, mientras Conde y Abelló asumen los del grupo industrial.
Pablo Garnica, actual presidente de Banesto, cesa en todos sus cargos el mencionado 12 de diciembre, aunque en la primera junta general de la entidad bancaria será nombrado presidente de honor, cargo que actualmente ostenta José María Aguirre Gonzalo. En contrapartida, Pablo Garnica hijo será nombrado, nuevo consejero de Banesto. El banco procederá también en la próxima junta general a modificar los estatutos y ampliar a tres el número de las vicepresidencias.
En este histórico parto de los montes operado en la cúpula directiva de Banesto aparecen algunos perdedores natos. Tal es el caso de Jaime Argüelles, actual vicepresidente, y su hijo Jacobo Argüelles, colaborador directísimo y hombre de confianza de Letona en los últimos y difíciles meses de su gestión en la entidad. El nombre de Jacobo Argüelles aparecía en todas las quinielas como vicepresidente in pectore de la entidad e incluso como consejero delegado.
Tensiones del consejo
Desde el pasado 13 de octubre pasado, en que la comisión ejecutiva de Banesto nombró consejeros y miembros de la mencionada comisión a Conde y Abelló, hasta la misma noche del martes, 27, se ha desarrollado en el seno de la cúpula de Banesto una lucha sorda que ha llegado a alcanzar momentos de gran intensidad y dramatismo. Todo se inició en la reunión de la comisión del 6 de octubre, en la que se produjo en la cúpula del banco una fractura de grandes dimensiones en torno a la entrada de Conde/ Abelló.
José María López de Letona y Jaime Argüelles eran partidarios de demorar ese paso hasta bien entrado el año próximo; el bloque de poder tradicional en el banco, liderado por Pablo Garnica, postuló una solución inmediata que colocara a Conde y Abelló en el seno del equipo directivo antes de la fecha clave del 12 de diciembre.
En torno a esa fractura se ha fraguado el reparto de poder dado ayer a la luz. De acuerdo con distintas fuentes, Letona ha jugado todos sus peones en aras de conseguir la consejería delegada, pero su victoria en este punto podría ser calificada de pírrica a tenor de esa referencia expresa en el acta de la sesión de ayer donde se dice que los poderes de consejero delegado expiran el 31 de diciembre del 88.
Es un plazo que, en derecho, se entiende "a término", es decir, no da lugar a renovación del cargo. El grupo Conde/Abelló había manifestado su falta de interés por las funciones ejecutivas del área bancaria de la entidad, pero habían dejado abierta la puerta a la llegada de una tercera persona, posibilidad rechazada por Letona.
Los problemas del relevo gerencial
La crisis abierta hace algo más de dos años en el seno de Banesto por los graves problemas gerenciales detectados por la inspección del Banco de España, tanto en la casa matriz como en algunas de las empresas, bancarias y no bancarias, del grupo parece haber dado un paso en la larga marcha de su solución. José María López de Letona, que accedió al cargo de vicepresidente y consejero delegado hace ahora 20 meses con la condición de llegar a ser presidente en una fecha posterior, ocupará el sillón principal de la entidad el próximo 12 de diciembre.Pablo Garnica Mansi, primer ejecutivo de Banesto durante muchos años en los que se fraguó la crisis por la que ahora ha atravesado, abandona cualquier puesto de responsabilidad en el banco. Una de las familias tradicionales del banco ve como su poder quedará limitado a la presencia de uno de sus miembros, Pablo Garnica hijo, en el consejo de administración.
Otra de las familias, los Argüelles, que se alinearon desde el principio con López de Letona, también sufren las consecuencias del ajuste de última hora. Jaime Argüelles dejará de ser vicepresidente el mismo día que Juan Abelló y Pedro Conde sean nombrados para este mismo puesto. Su hijo, Jacobo Argüelles, que de hecho ha venido siendo el primer director general en el que López de Letona se ha apoyado en todos estos meses, perderá parte del protagonismo adquirido en la misma medida en que lo ha hecho López de Letona.
El nuevo presidente y consejero delegado de Banesto, y por tanto de toda la operativa bancaria del grupo, ha conseguido mantener relativamente en alto las condiciones que propiciaba su nombramiento como primer ejecutivo de la entidad.
Poderes recortados
Será presidente y también consejero delegado. Pero sus poderes, como es tradicional en Banesto, durarán un año a cuyo término el consejo de administración tendrá que decidir si mantiene su confianza en López de Letona o considera que ya ha cumplido su misión y que por tanto puede ser sustituido por otra persona.
El papel de José María López de Letona como presidente ha sido recortado en relación al que tenía su predecesor, en la medida en que las funciones ejecutivas del grupo industrial de Banesto, el primero del país, pasarán a ser desarrolladas por los dos nuevos vicepresidentes de la entidad, Mario Conde y Juan Abelló que tienen en estos momentos cerca del 5% del capital de la entidad.
La recuperación de la rentabilidad de Banesto dentro de la actividad típica bancaria puede ser uno de los baremos a la hora de estimar la actuación del nuevo presidente de la entidad.
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