El Poder Judicial presiona a Pablo Castellano para que siga como vocal
El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Antonio Hernández Gil, no tomará en consideración el escrito dirigido el pasado 19 de octubre por Pablo Castellano al pleno del Consejo en el que ponía su cargo a disposición de este órgano, a no ser que el político socialista renuncie "de forma expresa e inequívoca", según fuentes oficiosas del Consejo.Hernández Gil ha expresado en privado su deseo de que Castellano -que esta semana se ha reintegrado a su despacho del Consejo- continúe en el cargo, y por su parte, según las mismas fuentes, los vocales han manifestado personalmente a Castellano su voluntad de que permanezca en el Órgano de gobierno del poder judicial.
Tras la publicación de una entrevista a Pablo Castellano -en la que se incluían fragmentos de una tertulia mantenida con dos periodistas- el político socialista puso a disposición del PSOE su carné de militante e hizo otro tanto con su cargo de: vocal del Consejo del Poder Judicial.
Esta actitud estuve, motivada por el deseo de Castellano de que la polémica desatada por sus palabras sobre las relaciones económicas entre el secretario general del PSOE, Txiki Benegas, y Abel Matutes, "no salpicara" al partido ni al Consejo.
Inamovilidad
Los miembros del Consejo que pidieron a Castellano que no abandone el Consejo, recordaron la voluntad del legislador, en la ley Orgánica del Poder Judicial, de dotar de plena inamovilidad a los vocales del Consejo durante cinco años, sin mandato imperativo alguno y con plena independencia de los avatares políticos o de otro tipo.Ante la falta de disposición del pleno del Consejo para apreciar por tres quintos de sus miembros; es decir, -por una mayoría de 13 de los 21 votos- que concurre en Pablo Castellano incapacidad, incompatibilidades o incumplimiento grave de los deberes del cargo, sólo sí el político socialista presenta explícitamente su renuncia, Antonio Hernández Gil estudiará el posible cese.
Dado que Hernández Gil no atribuye valor de renuncia al escrito por el que Castellano puso su cargo a disposición del pleno del Consejo, sólo su resuelta decisión de cesar, mediante un nuevo escrito de renuncia expresa, pondría al presidente del Consejo en condiciones de aceptar o no la renuncia. Y aun en este caso "es poco probable que Hernández Gil aceptara la renuncia", aseguran las mismas fuentes.
Según personas próximas a Castellano, la actitud de sus compañeros del Consejo le ha hecho reconsiderar su inicial criterio de que la polémica desatada podría dañar al órgano de gobierno del poder judicial. Por último, según las mismas fuentes, la sugerencia del presidente del PSOE, Ramón Rubial, de que su iniciativa respecto al Consejo la llevara hasta "sus últimas consecuencias, para salvaguardar el prestigio de tan alta institución", ha inclinado a Castellano a aceptar su continuidad en el cargo.
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