Los niños de los niños
El único índice de natalidad que aumenta en España es el de las madres adolescentes
Pedro de la Fuente, profesor de obstetricia y ginecología del hospital madrileño Primero de Octubre, extrae de su mesa un libro y señala una fotografía que choca a primera vista. En ella aparece completamente desnuda Lina Medina, una niña peruana de cinco años notoriamente embarazada. La foto ha sido tomada en 1939. "Es el caso más extremo que conozco", asegura, "pero sólo en este hospital han nacido en los últimos seis años más de 5.000 niños de madres menores de 19 años, de las cuales 301 apenas alcanzan los 16 años".
Lo cierto es que mientras en España el índice de natalidad disminuye desde 1974, la cifra creciente de adolescentes embarazadas hace saltar las primeras voces de alarma.Poco estudiado de forma oficial, a pesar del aumento en más del 500% advertido por el Instituto de la Mujer para el período de 1974 a 1979, el problema del embarazo en las adolescentes resulta cada vez más evidente, no sólo por su incremento numérico, sino por el descenso en el índice general de natalidad.
Fuentes del Instituto de la Mujer afirman no tener datos fiables sobre el número de menores en estado de gestación, "pero las comunidades autónomas nos comunican que la única tasa de natalidad que está en aumento es la comprendida entre las mujeres de 15 a 20 años", añaden.
La carencia de un programa común para la recogida de datos sobre los problemas médicos y sociales de la menor embarazada por parte de los hospitales con servicio de maternidad, que ha llevado a los responsables de cada centro a elaborar sus propios programas, supone uno de los principales obstáculos para la puesta en marcha de campañas de información a las adolescentes. Sin embargo, los últimos estudios realizados en los hospitales madrileños de La Paz y el Primero de Octubre reflejan un ostensible aumento en la patología de la menor embarazada, especialmente en la presencia de partos prematuros, gestación prolongada e hijos de bajo peso.
Según Sixto Perera, ex director de la maternidad de La Paz, todos los embarazos de menores de 18 años son considerados de "alto riesgo" por cuanto a los problemas fisiológicos derivados de la edad hay que sumar los de índole sociológica y psicológica. Perera añade que el 90% de las adolescentes que se quedan embarazadas no tienen ningún control de natalidad, evidencia de que una de la raíces del problema es la falta de información.
Las cifras indican que de las 343 menores de 19 que han tenido sus hijos en La Paz en el último año, sólo el 50% tiene pareja estable, y el 74% son consideradas de clase social baja. La proporción de adolescentes fumadoras, en este caso, es tres veces superior respecto al total de madres atendidas, y el 1,16% han declarado ser drogadictas.
Cáncer de cuello
Por su parte, José Almagro, adjunto del servicio de ginecología del hospital Santa Cristina, de Madrid, señala que las menores de 16 años no deberían tener hijos por razones biológicas, psicológicas y afectivas. "Las relaciones sexuales antes de esas edad, así como la promiscuidad sexual, están consideradas como factores de alto riesgo para el cáncer de cuello uterino".Almagro, que asegura que muchos embarazos no se controlan "porque hay niñas que los ocultan", señala que el rechazo que siente la menor por un embarazo no deseado, aparte de causar vómitos y partos prematuros, puede llevar a una adolescente a pensar que realmente no está embarazada. "A mi consulta llegó una niña de 17 años a parir y no lo sabía nadie", dice.
La entrega en adopción del recién nacido es, hasta ahora, el método más utilizado para liberar a la joven madre de un hijo no deseado. "Aquí aplicamos la norma de registrar a los niños con apellidos comunes, como Pérez o Gómez, para evitar problemas futuros", señala Ignacio Apolinario, director del Santa Cristina.
Preguntada por la incidencia del SIDA en las adolesentes drogadictas, Isabel Bates, de las unidades de Adolescentes y Drogadictos de La Paz, asegura que el 80% son portadoras del virus. De éstas, sólo el 20% de los hijos nacen también portadores, y de este 20%, sólo el 5% presenta problemas por la enfermedad.
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