_
_
_
_

El peligro acortado de las Jabalinas

Para impedir que se superen los 100 metros en la gran competición se adelantó el centro de gravedad

El accidente mortal del atleta Jesús Javier Gil, alcanzado el día 14 por una jabalina lanzada por su entrenador y compañero de club, Francisco Javier Bugallo -al margen de sus implicaciones particulares-, se ha producido un año y medio después de que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) decidiese precisamente tomar medidas técnicas para evitar el peligro de esta modalidad en las competiciones oficiales. A fin de acortar los lanzamientos de los atletas de elite, que ya rozaban los 100 metros -e incluso uno, Uwe Hohn (RDA), los superó-, se adelantó el centro de gravedad para las nuevas jabalinas.

Más información
Cuatro centímetros

El detonante fue el 20 de julio de 1984, en el Friedrich-LudwigJahn-Stadion, de Berlín Oriental, la capital de la República Democrática Alemana (RDA). En la lucha por la primacía nacional entre las dos grandes figuras alemanas de la jabalina, Detlef Michel y Uwe Hohn, este último se iba a consagrar. Había conseguido su mejor marca personal en 1982, con 91,34 metros, tras haber estado lesionado en 1983. Al año siguiente amenazaba durante toda la temporada el récord mundial de¡ norteamericano Tom Petranoff, que se había quedado el 15 de mayo anterior a 28 centímetros de la barrera de los 100 metros (99,72).Hohn, un gigante de 1,95 metros y 115 kilos, tomó carrera y soltó el brazo espléndidamente. La jabalina pareció no caer nunca. El público creyó, y llegó a temer, que alcanzaría las gradas. Voló 104,80 metros hasta clavarse en la hierba, casi en el tartán de las calles contiguas. La hazaña iba a quedar para la historia del atletismo. Hohn se acababa de convertir en el único hombre que rompe ese límite.

La IAAF, el mismo año 1984, acordó que a partir del 1 de abril de 1986 se utilizarían jabalinas con el centro de gravedad avanzado para que cayeran antes. El primer plusmarquista mundial de la nueva era es el checoslovaco Jan Zelezny, que sólo ha lanzado a una distancia de 87,66 metros. Hohn, en desacuerdo con la innovación, se retiró, pero dejó su gesta, aunque no sea posible apreciarla tan claramente como las de los saltos elementales: longitud (los 8,90 de Beamon) o altura (los 2,42 de Sjoeberg). En los lanzamientos se pierde por la amplitud de las distancias y al utilizarse instrumentos.

Los estadios empezaban a quedarse pequeños. Hohn casi ensartó el tartán de las carreras. En la jabalina, de todos los lanzamientos, se han conseguido siempre las mayores distancias, más que en disco o martillo. Incluso su primera prohibición, el estilo español, se debió al peligro que suponía lanzarla con giro, pues ni siquiera valía la jaula de disco y martillo para proteger posibles fallos de dirección.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_