_
_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cambios internos y externos

Tras su lúcida La última cena, que TVE emitió el pasado lunes dentro del ciclo a él dedicado, Tomás Gutiérrez Alea permaneció unos años alejado del largometraje, para volver, en 1979, con Los sobrevivientes.

Nuevamente, la revolución castrista es el tema recurrente de esta película, voluntaria o involuntariamente mal peinada, presuntamente edificante y, en el fondo, mediocre. Su trama argumental gira alrededor de las buenas costumbres de una familia burguesa a quien la revolución -cómo no- le viene ancha. Cosa pasajera, dicen. Pero lo que pasa, lo que el viento se lleva, no es la revolución, sino, por fuerza mayor, esas buenas costumbres, que, si no desaparecen de un soplido, sí van deformándose día a día casi imperceptiblemente.

Gutiérrez Alea dibuja ese cambio de orden interno, provocado por modificaciones externas mediante las relaciones que sostiene esa familia con la servidumbre. Como en otras ocasiones (Daniel Schmid, en Esta noche o nunca), el tema amos-criados articula una crónica que se pretende a un tiempo crítica y didáctica. Sin los aciertos de La última cena, y con más pena que gloria, Los sobrevivientes tiene un indudable interés sociológico.

Los sobrevivientes se emite hoy, a las 21.00, por TVE-2.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_