Puta en vez de p ...
El señorito español abusa actualmente de la palabra puta con una fruición algo malsana, como si acabase de descubrir que es progresista el hecho de no reprimir una palabra durante largo prohibida por pecaminosa. Hasta la famosa obra de Sartre La p... irrespectueuse fue traducida al español con todas las letras, La puta irrespetuosa, para demostrar que aquí estamos más avanzados. EL PAÍS no es ajeno a esta tendencia; véase como ejemplo el comienzo de uno de los editoriales del pasado día 9. Ahora bien, la palabra puta sigue siendo despectiva e insultante para un sector especialmente indefenso de la sociedad. Es curioso, en cambio, que para designar a los hombres de conducta sexual anómala suelan emplear los medios de comunicación circunloquios tan grotescos como gay, etcétera.
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