Los mercados optan por la liquidez
Los mercados de valores han pasado de barajar una simple hipótesis a la clara demostración de que la baja es posible, y se han puesto a la labor con tanto empeño que el papel no ha perdonado a un solo sector, aunque se han dado resistencias notables. El descenso en el volumen negociado muestra el progresivo abandono del mercado por parte de los compradores, siendo muy escasos los operadores que no hacen alarde de sus posiciones de liquidez al menos hasta ver en qué para esto. La única causa aparente de esta fuerte baja está en el nivel de las cotizaciones, por lo que resulta paradójico que se trate de buscar fuera del mercado algún acontecimiento sobre el que descargar parte de la presión acumulada. Tras el intento de animar el patio con un IPC favorable, ayer se trató de revaluar la peseta, con lo que la confusión llegó a unos niveles extremos, pues al final nadie sabía si esto podía ser bueno o malo para las cotizaciones, que, a fin de cuentas, es lo que importa.El fantasma de la suspensión de pagos de FECSA causó verdadero temor a los poseedores de títulos eléctricos, hasta el punto de que los recortes registrados situaron a las acciones viejas muy por debajo del precio de las nuevas. Esto sirvió para airear de nuevo las sospechas de que las ampliaciones se están siguiendo con un cuidado que casi roza la protección, pero es bien sabido que cuando las cosas vienen mal se exageran las opiniones.
El sector bancario vio saltar los soportes que parecían haber establecido el día anterior algunos de sus componentes, aunque se logró en un par de casos retirar todo el papel puesto a la venta. Los ocho grandes sumaron casi 500.000 títulos a la venta como saldo, al tiempo que el volumen negociado también registra un pequeño incremento. Tanto en este grupo como en los industriales, fueron estos intentos de comprar a la baja lo único reseñable.
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