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El síndrome militar del "me toca a mí"

Carlos Yárnoz

En los últimos meses han sido varios los casos de altos cargos militares que no han resistido la tentación de criticar nombramientos de compañeros suyos, basándose en el único y exclusivo motivo de que era a ellos a quienes correspondía el destino o puesto entregado a otro que el Gobierno o el ministro de Defensa consideraba más apto.La conocida frase de "me toca a mí" o "me tocaba a mí" es repetida contínuamente en cuarteles, salas de bandera o despachos del Ministerio de Defensa. En medios del departamento se señala que este "estigma" no es sino una herencia de los antiguos sistemas de ascenso, en los que los criterios imperantes eran la antigüedad y el reparto entre las cuatro armas del Ejército, criterios que eran escrupulosamente respetados en los consejos superiores del Ejército a la hora de aconsejar al ministro de Defensa quién debía ascender a general.

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El titular del departamento, Narcís Serra, optó ya hace muchos meses por romper, aunque no en numerosos casos, con este sistema. Ello ha originado sorpresas y frustraciones en los tres ejércitos, y de forma especial entre los generales que veían cerca alcanzar los grados superiores en su carrera. Todas las que han tenido repercusión pública se han saldado con la sanción para quien la protagonizó.

Así, el 22 de marzo de 1986, el general de división Fernando Yrayzoz Castejón, inspector del arma de Infantería, pidió su pase a la reserva activa por entender que era él quien debía haber ascendido a teniente general en lugar del general Francisco Veguillas, que había sido jefe del Gabinete Técnico de Narcís Serra.

Otros casos

El 3 de noviembre de 1986, el capitán general de Cataluña, Fernando Rodríguez Ventosa protagonizó un enfrentamiento con el recién nombrado jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Miguel Iñiguez, al solicitarle el pase anticipado a la reserva y el abandono de la Capitanía de Cataluña. Rodríguez Ventosa, según declararon algunos mandos militares, se sentía postergado profesionalmente. Por razones diferentes, han sido destituidos desde 1983 siete altos mandos militares: el capitán general de la VII Región Militar (Valladolid), teniente general Fernando Soteras; el director de la Escuela de Guerra Naval, vicealmirante Salvador Moreno de Alborán; el capitán general de la V Región Militar (Zaragoza), Manuel Álvarez Zalba; el gobernador militar de León, general David Fernández Tejeiro; el general de brigada de Artillería, Abel Barahona; el general de división Andrés Cassinello, jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil; y el gobernador militar de Guipúzcoa, general de brigada de Infantería, Ángel Díaz Losada.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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