Cuba solamente cumplirá sus compromisos externos si recibe "dinero fresco" este año

Los compromisos de la deuda externa a corto plazo podrían ser cumplidos este año por Cuba sólo "si recibe dinero fresco para reescalonamiento", aseguró ayer el presidente del Banco Nacional de Cuba, Héctor Rodríguez Llompart. "La proporción de la deuda a corto plazo se ha incrementado", dijo Rodríguez, especialmente después del anuncio en julio de que en los tres primeros meses del año el aumento había sido de 259 millones de dólares, lo que colocaba el total de los débitos cubanos en 5.244 millones de dólares.

La situación con la deuda cubana a corto plazo y la falta de nuevos créditos para cubrirla fue calificada por el presidente del Banco Nacional de Cuba de "carga" para "la gestión financiera cada año".Los cubanos no logran empréstitos de dinero fresco desde 1979, cuya búsqueda ha sido uno de los objetivos principales de las infructuosas renegociaciones con sus acreedores, sobre todo con el Club de París, desde 1982. La obtención de nuevas asignaciones monetarias, afirmó el presidente del Banco Nacional de Cuba, posibilitaría que la deuda se distribuyera "en varios años, con el consiguiente alivio para la situación financiera cubana".

Las últimas noticias sobre la situación financiera cubana, ofrecidas al Parlamento a finales de septiembre por el Comité Estatal del Ministerio de Finanzas, indican que el presupuesto de 1986 tuvo un déficit de 188,3 millones de dólares.

Para el año en curso la situación debe repetirse, pues la programación de los fondos del Estado aprobada por el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Flavio Bravo, ya contempla un déficit de 115 millones, que debe aumentar por la inclusión de gastos de 1986, que no fueron sumados en ese año.

No obstante, Rodríguez Llompart manifestó que en nuevas renegociaciones de la deuda, que debieron realizarse en septiembre con el Club de París -de las que no hay noticias-, podrían obtenerse resultados "satisfactorios" para ambas partes.

Para el responsable del Banco Nacional de Cuba, los acreedores han sido informados de las medidas económicas impuestas en Cuba en 1986 para reducir las importaciones, aumentar las exportaciones y lograr un equilibrio en las finanzas internas. Esos pasos "deberán ser tomados en consideración al momento de producirse la nueva renegociación de nuestra deuda externa", planteó Rodríguez Llompart, aunque no dijo cuándo se realizará esa ronda de conversaciones.La presentación al Club de París de los objetivos de las medidas económicas y la explicación de algunos de los resultados de su implantación tuvo lugar en julio, cuando una delegación de ese grupo visitó la isla, encabezada por su presidente, Jean de Rosen.

Mejora de la gestión

De momento, explicó Rodríguez Llompart, el Banco Nacional de Cuba "ha implantado medidas para mejorar su propia gestión" como la búsqueda de "una mayor efectividad, mayor rigor en la evaluación, decisión y control sobre los créditos que le son solicitados", todo lo cual persigue "una mayor efectividad en la economía". "A partir de esas medidas, las empresas sienten sobre sí una mayor presión del banco", y agregó que las entidades económicas cubanas han recibido la presión de "manera positiva".Rodríguez Llompart explicó además que el control persigue comprobar "que los fondos que se solicitan al banco están en correspondencia con los proyectos y presupuestos de las inversiones". En caso contrario se adoptarán ajustes para eliminar Ias violaciones o indisciplinas", no autorizando montos adicionales de créditos. Otros ajustes son la adopción de medidas económicas, administrativas y de otro tipo para erradicar las deficiencias que originaron el agotamiento de fondos.

El Banco Nacional de Cuba tiene a su cargo el financiamiento del 70% de las inversiones que se realizan en el país, con fondos del presupuesto nacional, que para 1987 tiene previstos gastos para la esfera productiva de 3.739 millones.