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Ariza presentará en el congreso de CC OO un informe alternativo al de Camacho

Por primera vez desde la fundación de CC OO, un sector del sindicato ha presentado un documento alternativo al informe general que presentará Marcelino Camacho ante el IV Congreso, que se celebrará el próximo mes en Madrid. El escrito está avalado por 47 firmas, entre las que destacan las de Julián Ariza, Juan Ignacio Marín y Tomás Tueros. Independientemente de las diferentes políticas que cada uno de los documentos contiene, la decisión de presentar una alternativa de este tipo' supone la ruptura oficial de hostilidades entre los dos sectores más fuertes del sindicato, carrillistas y gerardistas.

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Las divisiones y la unidad

El contrainforme elaborado por la corriente carrillista fue presentado el pasado día 6 en el Consejo Confederal, donde Marcelino Camacho había presentado el informe general que no fue sometido a debate. Iba avalado por 29 firmas, aunque posteriormente se han adherido otras 18 más de miembros del Consejo.

La presentación de un documento alternativo al informe general es un hecho insólito en CC OO. El informe general es el texto más político de los que se debaten en el congreso que ha de refrendar o rechazar los principios contenidos en el mismo.

Las divergencias en CC OO no se reducen ya a carrillistas y gerardistas. Ahora el sindicato reproduce las mismas alianzas que a nivel político se han consolidado en la familia comunista. También, por ejemplo, los gerardistas han pactado en Comisiones con los militantes del partido comunista de Ignacio Gallego, como en Izquierda Unida.

Las diferencias entre el informe oficial y el alternativo —avalado este último por destacados carrillistas como Julián Ariza o Juan Ignacio Marín— son más que formales. El informe que presentará Marcelino Camacho presta gran atención a la situación internacional y, de manera especial a lo que el mismo Camacho ha denominado como el "imperio Rambo-Reagan". Y por primera vez se hace un detallado análisis de la situación en China, tal vez producto del reciente viaje efectuado a aquel país por el secretario general de CC OO.

El documento critica el abandono de la política socialista por parte del PSOE y es especialmente duro con la práctica de la concertación social que rechaza rotundamente por "fortalecer la posición social o política de la gran patronal y del Gobierno, a la vez que desmoviliza a los trabajadores".

Camacho asegura en el informe que la idea central del PSOE es "durar" y en esa línea asegura que "necesitaba una base social fuertemente hegemónica y totalmente dependiente, sumisa y domesticada. Con esa esperanza", añade, "dio los 4.144 millones de pesetas, ocho días antes de las elecciones a UGT e hizo una normativa electoral injusta".

El contrainforme no es que se oponga a ninguna de las ideas que Marcelino Camacho vierte en su documento, pero es un intento de bajar el debate a nivel casi estrictamente sindical. Y en ese sentido se propone una denominadas línea básica a seguir que recoge, en esencia, toda la filosofía del informe: la necesidad de acentuar el aspecto de clase y reivindicativo del sindicato.

No tan optimista

Pero sobre todo, frente al optimismo que preside el informe de Camacho —"es la hora del optimismo histórico, es la hora del dinamismo y del sindicalismo de clase de nuevo tipo"—, el documento de los carrillistas, se muestra especialmente cauto tanto con el momento actual, como con el nuevo modelo sindical. Las cautelas aumentan ante lo que se denomina modernización, y se mantiene que la clase obrera de "mono azul y manos mancha das" no está despareciendo, sino aumentando; lo que parece una respuesta a un largo análisis con tenido en el informe de Camacho sobre la aparición de nuevas clases trabajadoras de técnicos y cuadros.

Pero para los autores del contrainforme, lo que ocurre es que la campaña antisindical ha hecho mella incluso dentro de los dirigentes de CC OO. En un análisis puramente marxista, el informe alternativo subraya la necesidad de mantener el concepto de clase obrera como motor del cambio revolucionario en la sociedad. El capitalismo, en la idea de los autores del informe, no está superado y el trabajo del sindicato es actuar para conseguir la transformación de la sociedad. El documento aboga por la negociación, pero manteniendo "una política marcada por la confrontación con todas las variantes del neoliberalismo económico".

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