El Vaticano llega a un acuerdo "para firmar la paz" con el arzobispo integrista Marcel Lefebvre
El arzobispo rebelde francés Marcel Lefebvre ha ganado la batalla con el Vaticano y dentro de muy poco firmará un acuerdo de paz con la Santa Sede. Lo ha anunciado él mismo en Ecône, donde tiene el cuartel general su fundación, la Confraternidad de San Pío X. El Vaticano no confirmó ni desmintió la noticia, aunque el portavoz del Papa, Joaquín Navarro Valls, dio a entender que dentro de algunos días podrán ser más explícitos.
Según Lefebvre, los tres puntos de acuerdo fundamentales son el reconocimiento por parte del Vaticano de la validez de sus seminarios, el permiso del Papa para poder continuar celebrando los ritos litúrgicos en latín y la posibilidad de que un cardenal visite su fundación. Lefebvre se compromete al mismo tiempo a no ordenar obispos sin el permiso de Roma, acción que producía serias preocupaciones al papa Juan Pablo II.La paz con Roma supone, por supuesto, que el papa Wojtyla anulará la dura condena de Pablo VI quitando al arzobispo ultraderechista la suspensión a divinis, y de este modo podrá celebrar la misa legalmente.
Lefebvre no ha hablado de otro punto clave sobre el que Roma ha insistido mucho, y es la aceptación por su parte de la doctrina del Concilio Vaticano II, que el arzobispo francés siempre se negó a hacer. Pero, al parecer, este problema lo está resolviendo el cardenal Joseph Ratzinger, quien había tenido ya con Lefebvre, en julio pasado, un encuentro muy importante, que abrió las puertas a la reconciliación final.
Por otra parte, el actual sínodo de obispos que se está celebrando en Roma, sobre el tema de los seglares en la Iglesia, se está revelando más bien en la línea deseada por el arzobispo rebelde. El cardenal Ratzinger ha anunciado ya oficialmente que se está ultimando el nuevo catecismo obligatorio y único para toda la Iglesia, y que dicho catecismo será discutido en el próximo sínodo de 1990. Se trata de un catecismo hecho en la forma tradicional, que se pueda aprender de memoria, y estará destinado sobre todo a los obispos, para que les sirva de pauta obligatoria para los otros catecismos que puedan redactarse en las diócesis.
La comisión de cardenales designada por el Papa para preparar el catecismo había nombrado a su vez otra comisión de siete obispos, presidida por el obispo español José María Estepa Llaurens, encargándola de redactar el primer texto.
Terminología tradicional
El cardenal Ratzinger dijo ayer que la comisión cardenalicia había apreciado dicho texto, pero que deberá aún ser retocado para que refleje mejor "la terminología tradicional de la Iglesia" y para evitar que "tome parte a favor de determinadas opciones teológicas".Otro asunto que ha llamado mucho la atención en las primeras jornadas del sínodo, aunque no tiene nada que ver con el tema de los seglares, pero que agradará mucho a Lefebvre, es el de la confesión. Varios obispos y cardenales -entre ellos, al parecer, el arzobispo de Múnich, Friedrich Weter, y el de Bombay, Simón Pimenta- ha denuncia que está creciendo de manera alarmante el número de sacerdotes que no sólo no quieren confesar a los fieles, sino que tampoco ellos se confiesan.
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