Desde la Gran Vía
J. C. Desde la Gran Vía, con todo el mundo. El Globo cuenta con una tecnología que no sólo hubiera puesto los dientes largos a Gutenberg, sino a quienes hoy disponemos de una tecnología de punta para escribir este texto que ustedes tienen entre manos.
Como señala Ricardo Curtis, un palentino de 29 años, jefe de Sistema y Diagramación de la revista, ésta cuenta con un sistema de composición editorial y de confección Atex que dispone de pantallas capaces de facilitar el control total de la producción del semanario por parte de los redactores. Y no sólo, como ocurría hasta ahora en los mecanismos más avanzados de la tecnología de prensa, controlan los redactores su propio texto hasta que sale a la calle, sino que tienen en sus manos también la diagramación y el diseño final de la puesta en página de sus trabajos. Este método permite también a los fotógrafos y a los dibujantes el control de los encuadres.
El sistema de producción de El Globo incluye la posibilidad de comunicarse constantemente, a través de las pantallas de Atex, con sus corresponsales y enviados especiales en todo el mundo. Además, las crónicas que éstos envíen por télex entran directamente en el ordenador y son procesadas automáticamente como si se hubieran escrito en la propia Redacción.
El control redaccional de todo el proceso de producción acelera éste y lo hace más flexible, de modo que el mismo día de cierre -el jueves- el equipo de El Globo es capaz de transformar el número previsto en uno diferente si ocurre algún hecho que lo aconseje. Un viejo dictado periodístico según el cual después de la hora de cierre puede declararse la guerra mundial, que quedaría para una próxima edición, corre el riesgo de perder sentido.
