El Bancobao dio la sorpresa

Es difícil conseguir que un equipo rinda en condiciones después de haber jugado una final 48 horas antes, pero más complicado es esperar una respuesta positiva cuando se ha perdido esa final. Sin que haya motivo para la alarma en el equipo verdinegro, su juego sí debe preocupar seriamente a su entrenador. La baja forma que atraviesan sus norteamericanos se suma al escaso acierto de sus aleros y a la lesión de Montero. La visita del Bancobao no se valoró en su justa medida pensando que en lo poco que se lleva de temporada ya se habían producido dos claras victorias sobre el equipo de Villalba en la Copa Príncipe de Asturias. Pero en esta ocasión y desde el principio la situación ya se vió que iba a ser diferente.La ventaja del equipo serrano fue en aumento desde el inicio. Julbe veía cómo se le escapaba el rival en el marcador y solicitaba dos tiempos muertos en los primeros diez minutos, cuando ya era evidente que ni Jofresa iba a poder con Ruiz Paz, ni Johnson sería capaz de frenar a Rullán. Es más, durante un minuto jugó sin base, sentando a Jofresa.

Rullán anotó sus primeros tres intentos triples, King capturaba todos los rebotes y la diferencia llegaba a ser de 25 puntos (19-44) en el minuto 15. Por contra, Margall fallaba sus primeros cuatro triples. Sólo un inexplicable tiempo muerto solicitado por Pablo Casado, cuando los verdinegros estaban contra las cuerdas, permitió limar alguna diferencia en el descanso (36-55).

En los dos primeros minutos de la reanudación, el Joventut alivió su situación gracias a la tercera y cuarta falta personal de Rullán, que actuaba como un junior en busca de la titularidad. El Bancobao estaba jugando mal y sólo sumaba tres de sus primeros 12 intentos, la diferencia se reducía hasta los diez puntos sin que Casado, en otro claro favor a sus rivales, solicitara ningún tiempo muerto. La vuelta de Rullán supuso de nuevo que el Bancobao jugara con tres hombres altos y eso sentenció el partido cuando parecía que La penya era capaz de lograr el milagro.