González antepondrá la actividad diplomática a las cuestiones internas en los próximos meses

Las relaciones exteriores constituyen la principal prioridad en la agenda de Felipe González para los tres próximos meses, dijeron fuentes de la Moncloa que admitieron que, pese a ello, el presidente "encontrará tiempo" para realizar una "pequeña remodelación" ministerial antes de comienzos de año. Dentro de esta actividad exterior, el jefe del Gobierno español concentrará gran parte de sus esfuerzos en "definir con mayor precisión" el papel de nuestro país dentro de la Comunidad Europea, tarea que medios gubernamentales españoles consideran "urgente" ante la eventualidad de un fracaso en las negociaciones en curso para renovar el acuerdo bilateral.

El presidente del Gobierno, Felipe González, dedicará los próximos meses, esencialmente, al fortalecimiento de la idea de Europa, como contraposición, "o al menos como complemento", del hasta ahora vigente lazo defensivo España-Estados Unidos, dijeron fuentes gubernamentales, que añadieron que tampoco cabe desconocer una importante "ofensiva latinoamericana", que incluirá viajes a Uruguay, México, Argentina y varios países centroamericanos. González tiene pendientes varios viajes al extranjero en los tres próximos meses, cuando también se celebrarán sendas cumbres ministeriales con los dos países vecinos en Europa, Francia y Portugal. En ambos casos, España tratará de consolidar su posición en la Comunidad Europea, posición que pasa por el acercamiento al aún no definitivamente perfilado eje París-Bonn.Medios gubernamentales consultados por este periódico creen que González definirá más su posición con respecto a Europa en el curso de la conferencia que pronunciará en Florencia, a mediados de octubre, en un acto organizado por la Universidad Europea, que con la lección de apertura del presidente del Gobierno español inaugura este curso. El reforzamiento de los lazos con París y Bonn constituirá la idea central de esta conferencia, a la que medios cercanos a González conceden gran importancia, por cuanto "mostrará las orientaciones a seguir en nuestro caminar por Europa". Concretamente, señalaron estos medios, será la primera vez que el presidente del Gobierno se refiera directamente a la manera como nuestro país encarará la presidencia de la CE, en el primer semestre de 1989, y a los preparativos -que comenzarán ya este trimestre- para asumir esta misión.

Sin viajes por provincias

Hacia finales de noviembre, González viajará a París, para entrevistarse con el presidente François Mitterrand y con el primer ministro, Jacques Chirac. Esta visita será la culminación de una serie de contactos hispano-franceses, que incluirán un viaje del Rey a París, una cumbre ministerial en Annecy y varias semanas de presencia cultural española en el país vecino. Todo ello resulta indicativo de la importancia que España concede al estrechamiento de las relaciones de todo tipo con su vecino del Norte.

Será probablemente tras su desplazamiento, de uno o dos días a París, cuando Felipe González abordará una remodelación de su Gobierno, según admitieron fuentes de la Moncloa, que indicaron que el reajuste ministerial, "no propiamente una crisis", tendrá lugar, en todo caso, antes de comienzos de año, y que responderá básicamente "a los rumores que circulan por ahí", si bien precisando que solamente González conoce el alcance de los cambios.

Sin embargo, y pese a la inminencia de esta remodelación,. que no afectará al palacio de Santa Cruz -sede del Ministerio de Asuntos Exteriores-, será la internacional la principal actividad visible de González en los próximos meses: además de los citados viajes a Florencia y París, el presidente tiene previsto un desplazamiento a Copenhague, a comienzos de diciembre, para asistir a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los países de la CE.

También realizará un largo viaje, de alrededor de dos semanas, a Latinoamérica -Argentina, Uruguay y México-, y tiene previsto un desplazamiento a Centroamérica a finales de año. Pero incluso el periplo latinoamericano tendrá, como señaló el encargado de negocios de la embajada mexicana en Madrid, Fernando Escamilla, una dimensión europea: "La visita es de gran trascendencia, porque España juega un importante papel de interlocutor entre Centroamérica y la CE".

Por otra parte, el presidente recibirá, en noviembre, la visita del primer ministro indio y, en diciembre, la del ministro soviético de Exteriores.

Por si todo esto fuera poco, la Moncloa estudia la posibilidad de que Felipe González asista en París, el próximo día 23, a la reunión de dirigentes de la Unión de Partidos Socialistas de la Comunidad Europea, filial europea de la Internacional Socialista; caso de que González no pueda realizar este desplazamiento, se considera probable que sea el vicepresidente Alfonso Guerra quien represente al PSOE en este encuentro, en el que, sin duda, expondrá las líneas fundamentales del debate ideológico que mantienen los socialistas españoles cara a su XXXI congreso federal.

En contraposición con su agitada actividad exterior, Felipe González no tiene en su agenda ningún recorrido por las provincias españolas, lo que contradice sus intenciones al respecto, expresadas públicamente hace algunos meses. "El presidente es un hombre sedentario", comentó un cercano colaborador de González, justificando así los escasos viajes del presidente por el interior.