Los inversores que suscribieron acciones en los tres últimos años podrán venderlas sin perder la deducción fiscal

Los inversores bursátiles que han suscrito ampliaciones de capital en los últimos años podrán vender sus nuevas acciones desde enero próximo sin perder el derecho a la deducción fiscal por inversiones en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Casi un billón de pesetas va a quedar así liberado de permanecer durante tres ejercicios en la cartera del adquirente para no quedarse sin la deducción fiscal inicialmente disfrutada.Si las Cortes aprueban el proyeto de ley de Presupuestos del Estado remitido por el Gobierno sin modificar su artículo sobre la fiscaldad de la enajenación de valores mobiliarios, el ya anunciadei final de la posibilidad de deducir el 10% del importe destinado a suscribir acciones nuevas será parcialmente compensado con la desaparición de los controles que hipotecaban la liquidez de dichos títulos.

"A partir del 1 de enero de l988", dice textualmente el artículo 94 del proyecto de ley, Ios valores acogidos en los períodos impositivos de 1984, 1985 y 1981 a la deducción por inversiones en el IRPF, con obligación de permanencia en él patrimonio de adquirente, podrán ser transmitidos por los sujetos pasivos si pérdida del derecho a la deducción inicialmente disfrutada".

La redacción de este párrafo parece presentar dos defectos que probablemente corregirán las enmiendas del Grupo Socialista, el único que tiene garantizado por su mayoría el poder de modificar el texto del Gobierno.

Errores y omisiones

El primero es que resulta innecesaria la alusión al año 1984, pues quienes acudieron a ampliaciones de capital en ese ejercicio y, habrán pasado el próximo mes de enero los tres años de permanencia necesarios. El segundo consiste en una omisión: el texto no se refiere a los valores suscritos en 1987. Pero esto último, en vez de impedir la posibilidad di venta sin riesgo de pérdida de beneficios fiscales, la facilita, según los expertos consultados; ya ocurrió así el año en que un presunto olvido de los autores del proyecto permitió vender sin dicho riesgo.En cualquier caso, esta novedad fiscal liberará realmente de permanecer por más tiempo en la cartera de los adquirentes los títulos suscritos entre 1985 -el primer año de recuperación de las bolsas- y finales de 1987. Cerca de un millón de pesetas en valores de adquisición podrán así salir a la venta desde principios de 1988, si la única motivación de sus actuales portadores fuera su tenencia de las acciones por el tiempo necesario para no perder los beneficios fiscales ya disfrutados, hipótesis que los expertos consultados califican de carente de fundamento. El valor total de mercado de esas acciones podría rondar los dos billones de pesetas si se tienen en cuenta las subidas de cotización de los últimos años. No excede ampliamente esa cantidad porque ya había desaparecido la deducción para cualquier valor y el fiscal estaba limitado a las acciones nuevas.

En los últimos meses las autoridades económicas han llegado a mostrarse preocupadas por las fuertes subidas de la bolsa. El hecho, evidenciado por diversas declaraciones, podría inducir a pensar que el Gobierno utiliza ahora la citada novedad fiscal para propiciar la abundancia de papel desde el próximo año con el fin de recortar las cotizaciones. Pero fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda han negado esa eventual intención. Además de no ocultar las dificultades de control que ha tenido desde 1979 la permanencia de las acciones en poder de su titular durante tres años, precisaron que no tendría sentido mantener este requisito cuando van a desaparecer toda deducción.

Como se ha anunciado, el proyecto de ley de Presupuestos del Estado para 1988 prevé que el próximo año desaparezca la deducción existente para la suscripción de renta variable, que para el presente ejercicio ya había sido recortada desde el 17% al 10%, coincidiendo con la desparición del 15% de beneficio que tenía la renta fija.