España expone en la ONU su apoyo al plan de Esquipulas

J. M. El Gobierno español expresó ayer su decidido apoyo al plan de Esquipulas y su rechazo a cualquier injerencia externa que pueda alterar la solución del conflicto centroamericano. En la intervención del ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, ante el 42 período de sesiones de la asamblea general de las Naciones Unidas, se califica de "trascendental" la firma en agosto del acuerdo de Guatemala entre los países centroamericanos.

El jefe de la diplomacia española tuvo una referencia especial para el problema de la deuda externa, que calificó de uno de los más acuciantes problemas con que se encuentran los países en desarrollo, particularmente del área iberoamericana". "Quiero reiterar ante esta tribuna la doctrina de la responsabilidad compartida entre acreedores y deudores para resolver el problema de la deuda", añadió el ministro, quien criticó los límites sociales e incluso morales que suponen las políticas de ajuste económico en el continente latinoamericano. "Porque no se puede seguir indefinidamente el ejemplo de Sísifo, que cada mañana subía la piedra a la montaña para verla caer por la tarde y recogerla de nuevo".

Fernández Ordóñez tuvo una referencia especial para el conflicto del Sáhara occidental, y dijo que España continúa apoyando los esfuerzos y buenos oficios del secretario general de la ONU en la búsqueda de una solución negociada, de acuerdo con las resoluciones de las Naciones Unidas, "que desemboque en un referéndum de autodeterminación, de conformidad con los principios y modalidades establecidos tanto por la ONU como por la OUA".

Gibraltar

Otro tema destacado en la intervención de Fernández Ordóñez fue sobre la situación en el Oriente Medio y el apoyo español a la celebración de una conferencia internacional "que deberá estar abierta a la participación de todas las partes implicadas interesadas en el conflicto. La solución en el área, añadió el ministro, "debería estar basada en la retirada de Israel de todos los territorios árabes ocupados, en el respeto de los derechos legítimos del pueblo palestino, incluida su autodeterminación".

La última parte del discurso tuvo una referencia a la "situación colonial de las islas Malvinas" y la petición para que este problema encuentre se solucione a través de una negociación entre el Reino Unido y la Argentina "que conduzca al restablecimiento de la integridad territorial de Argentina".

El ministro denunció finalmente la situación colonial de Gibraltar, "que continúa afectando muy en vivo a mi país", y reiteró la disposición española a progresar en la negociación con Londres, que culmine el proceso descolonizador.