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Pensiones y funcionarios enfrentan de nuevo a UGT y al Gobierno

Las posibilidades de concertación son prácticamente nulas tras las declaraciones realizadas ayer por el ministro de Trabajo, Manuel Chaves, que anunció que el Gobierno considera inamovible el 4% de incremento para funcionarios y pensiones recogido en los presupuestos del Estado. El sindicato socialista, que calificó esta actitud de "suicidio social", amenazó con sacar a los trabajadores a la calle "si no conseguimos en las mesas de negociación que se modifiquen estas previsiones".

Las peticiones de UGT en materia de pensiones se sitúan en un incremento medio del 7%, que en pesetas supone un coste de 75.000 millones más que las previsiones del Gobierno. Para los funcionarios, UGT y CC OO piden un incremento salarial del 6%, con cláusula de revisión y fondos adicionales para equilibrar las desigualdades retributivas.El ministro de Trabajo aseguró ayer que el Gobierno ya había dado la oportunidad de negociar un pacto global en el que entrarían los salarios de los funcionarios y las pensiones, y los sindicatos lo habían rechazado. En consecuencia, según Chaves, sólo cabe ya discutir la redistribución interna de estas partidas, pero no el porcentaje de incremento, que ha quedado fijado en los presupuestos en el 4%.

Apolinar Rodríguez, secretario de organización de UGT, aseguró que un Gobierno socialista tenía la obligación de realizar una política justa, independientemente de que hubiera o no pacto social. El dirigente sindical señaló que "si en la mesa de negociaciones no logramos nuestras reivindicaciones tendremos que hacerlo en la calle, sacando allí a los trabajadores".

Apolinar Rodríguez aclaró que "no se trata de chalanear. Nosotros no hacemos determinadas peticiones para luego llegar a un punto medio entre lo nuestro y lo que ofrece el Gobierno. Pedimos lo que nos parece justo y que se ajusta al programa del PSOE".

Por su parte, Miguel Ángel Ordóñez, secretario de imagen de UGT, subrayó que el Gobierno volvía a "sacralizar las cifras. Y parece que, de ofrecer negociarlo todo, ha pasado a no querer negociar nada". Las posibilidades de acuerdo son ya inexistentes, según todas las fuentes consultadas.

Aunque el ministro de Trabajo afirmó ayer que el Gobierno convocaría próximamente a los interlocutores sociales, ninguna de las partes involucradas confiaba demasiado en la efectividad de nuevas reuniones, dada la rigidez de los límites marcados por el Gobierno.

En este sentido, José María Cuevas, presidente de la patronal CEOE, señaló ayer que el pacto global propuesto por el Ejecutivo -que había sido un buen intento de concertación- estaba muerto, "huele mal y ha sido enterrado de forma vergonzante".

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