La huelga amenaza al fútbol norteamericano y al baloncesto en Estados Unidos

La amenaza de un otoño sin deporte profesional en Norteamérica es casi un hecho. Salvo un milagro de última hora en las negociaciones para un nuevo convenio colectivo, más de 1.260 jugadores de la Liga Nacional de Fútbol (N FL) iniciarán una huelga, interrumpiendo una temporada que comenzó escasamente hace dos semanas. Mientras tanto, los jugadores de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) han indicado que también tendrán un paro laboral si no se ha renovado el convenio colectivo para el 6 de noviembre, el primer día de la temporada.

Las cosas se ven feas. En el baloncesto no ha habido casi negociaciones en los últimos tres meses. En el fútbol no se ha podido acordar nada en todo el verano. Una última reunión e viernes, en un aeropuerto di Washington, entre el representante de los clubes y el de los jugadores apenas pudo sembrar unas semillas para un acuerdo inmediato."El mensaje para mí fui muy claro", dijo Gene Upshaw, director ejecutivo de la asociación de jugadores de la NFL. "Que reconsideremos nuestra huelga y sigamos negociando. Los jugadores dicen que ellos están locos".

En la NBA siempre se ha evitado un paro, pero ésta sería la quinta huelga para la NFL. La última duró 57 días y anuló siete de las 16 jornadas de la temporada en 1982.

Como siempre, el dinero está en la raíz del desacuerdo con los dueños de los clubes que quieren ceder lo menos posible. Dentro de los próximos tres años, la NFL recibirá 1.428 millones de dólares (171.360 millones de pesetas) por los derechos de televisión, una cantidad que resultará en 51 millones de dólares (6.120 millones de pesetas) para cada uno de los 28 clubes.

Los jugadores, que se han beneficiado de un incremento en el salario promedio de 90.000 dólares (10,8 millones de pesetas) a 230.000 (27,6 millones de pesetas) en los últimos cinco años, quieren más. Han exigido aumentos en los salarios mínimos, en las cotizaciones para las pensiones en las plantillas, así como fichajes garantizados para todo jugador con más de un año de experiencia.

Jugadores libres

Pero el mayor problema es sobre el derecho de fichar con quien sea sin condiciones cuando los jugadores queden libres de contrato, lo que los norteamericanos llaman free agency. En la NFL se permite solamente cuando se compensa al equipo que pierde el jugador. Es tan restrictivo que sólo un hombre ha cambiado a su gusto de equipo en los últimos 10 años. Los problemas son menos en el béisbol y en el baloncesto profesional, pero se mueven más de 50 millones de pesetas al año.Los dueños de clubes en la NFL han amenazado con continuar la temporada con plantillas nuevas si es necesario, una opción que la NBA tampoco ha descartado. La disputa en el baloncesto es más filosófica. Los jugadores quieren que rija un mercado libre total sinfree agency, sin un tope de salario y sin el sorteo anual de jugadores universitarios. O sea, todo novato o jugador sin contrato podrá negociar con quien quiera.

Los dueños reclaman que tal sistema sería desventajoso para los clubes en ciudades pequeñas y llevaría el deporte a la ruina. Larry Fleisher, el director de la asociación de jugadores, dice que no es cierto, y cree que el baloncesto puede sobrevivir a cualquier huelga. "No sería el fin del mundo", dijo. "Un Charles Barkley todavía haría sus mates de frente, de lado y de espalda. El baloncesto seguirá como siempre".