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Detenidos dos de los tres delincuentes que mataron a dos guardias y al dueño de una cafetería

Tres delincuentes comunes han causado la muerte a tres personas, dos de ellas policías, y herido a otras dos en dos tiroteos registrados en Valladolid al disparar a bocajarro, contra una patrulla de la Policía Municipal y enfrentarse más tarde con un control de carretera de la Guardia Civil. Uno de los delincuentes ha sido gravemente herido y detenido, y una mujer joven implicada en el primer tiroteo también ha sido detenida, mientras que el tercer delincuente se dio a la fuga en las inmediaciones de la localidad de Aldeamayor de San Martín, cuyos alrededores son sometidos a un riguroso peinado por abundantes dotaciones de la Guardia Civil con ayuda de helicópteros, efectivos motorizados y perros policías.

La primera agresión se produjo sobre la 1.30 de la madrugada en las inmediaciones de la ciudad de Valladolid, en la carretera de Puenteduero, cuando un coche zeta de la Policía Municipal regresaba de cumplir un servicio en la citada localidad. Los agentes vieron en la carretera un cuerpo caído, un coche y varias personas, por lo que supusieron que se había producido un accidente de tráfico. Cuando el coche zeta aminoró la marcha, y antes de que los agentes municipales pudieran bajarse, un individuo no identificado disparó a bocajarro, a través de la ventanilla, contra el conductor del vehículo policial con una escopeta de postas de cañones recortados, realizando a continuación un segundo disparo contra el otro policía que te acompañaba.El conductor, Daniel Prieto Díaz, de 35 años, casado y con dos hijos, fue rematado, al parecer, más tarde por uno de los delincuentes con su propia pistola reglamentaria y a sangre fría. El otro policía municipal, Miguel Ángel Mongil, de 31 años, quedó gravemente herido en el rostro. Este policía, según manifestó en conferencia de prensa el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valladolid, Manuel González, al que los delincuentes dieron por muerto, oyó la conversación que mantuvieron los autores del atentado -dos hombres y una mujer muy jóvenes-, que se proponían incendiar el vehículo policial con los dos municipales dentro. Sin embargo,los delincuentes se dieron a la fuga precipitadamente al creer que se acercaba un automóvil por la carretera.

El agente herido logró ponerse en contacto, por medio de la radio del automóvil, con el cuartelillo de la Policía Municipal y pedir auxilio. Las nuevas dotaciones encontraron además, tendido en la carretera, el cuerpo sin vida de Jesús Ignacio Ortiz Montero, de 44 años, propietario de una cafetería en la localidad de Medina del Campo, donde residía. Ortiz Montero había recibido también un disparo. En uno de sus bolsillos se encontraron 25.000 pesetas. Se desconocen los móviles que originaron este primer homicidio.

Luto oficial

Los tres agresores huyeron en un vehículo propiedad de Jesús Ignacio Ortiz, y en el lugar de los hechos apareció abandonado un Seat 600, presumiblemente utilizado por los delincuentes para llegar hasta allí. El policía municipal Daniel Prieto Díaz ingresó cadáver en un establecimiento hospitalario, mientras que Miguel Ángel Mongil presentaba impactos de disparos de postas en la cara que le afectaban a uno de los ojos, que se temía pudiera perder. El Ayuntamiento de Valladolid decretó dos días de luto y concedió la medalla de plata de la ciudad al agente muerto.

El segundo capítulo de esta tragedia se desarrolló sobre las diez de la mañana, en las proximidades de la localidad de Aldeamayor de San Martín, de unos 1.000 habitantes, a 19 kilómetros de Valladolid. Un control de carretera de la Guardia Civil fue tiroteado por dos individuos, aunque se desconocen detalles, y un guardia civil resultó muerto, Avelino Martín Fuertes, y otro herido de gravedad, Ángel Noriega Ortega. Los agentes respondieron al fuego e hirieron gravemente a Carlos Garfia Rodríguez, de 20 años, que fue detenido e ingresado en un establecimiento hospitalario en estado muy grave. Otro de los jóvenes que más tarde fue identificado como Juan José Garfia, hermano del anterior, se dio a la fuga refugiándose, según se cree, en los alrededores de la citada localidad, donde hay extensos pinares. La Guardia Civil sometió a la zona a un riguroso peinado con ayuda de helicópteros, mientras se rogaba a la población de Aldeamayor que permaneciera en sus casas. El delincuente herido parece que realizó los disparos contra la patrulla de la Guardia Civil con las pistolas reglamentarias robadas a la Policía Municipal pocas horas antes. Se cree que el delincuente huido va armado.

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En las ropas del detenido, Carlos Garfia, con numerosos antecedentes por delitos comunes, se encontró el carné de identidad de María Begoña Álvarez Báez, de 19 años, novia del detenido, con quien se encontraba cuando se produjo la agresión a la patrulla de la Policía Municipal. La joven fue detenida poco después en su domicilio particular en Valladolid y estaba siendo interrogada.

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