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Los inversores privados volvieron a comprar masivamente pagarés del Tesoro

La Dirección General del Tesoro aceptó 277.575 millones de pesetas en la emisión de pagarés celebrada ayer, lo que representa un fuerte incremento de la oferta de dinero sobre la cifra prevista inicialmente y que parece responder al hecho de que el dinero negro no tiene otras alternativas legales de colocación tras las últimas decisiones administrativas tomadas por el Ministerio de Economía y Hacienda.

La emisión de pagarés del Tesoro realizada ayer representa, según medios del sistema financiero, un cambio de tendencia en el proceso de renovación de estos activos financieros iniciada aprincipios de verano. Desde el pasado mes de julio han vencido casi 1,3 billones de pesetas en pagarés, y la renovación ha sido por valor de 800.000 millones de pesetas. De estas cifras, una parte no excesivamente elevada correspondía a pagarés en poder de las instituciones financieras para y cubrir el coeficiente de control monetario, y el resto -la mayor parte-, a títulos en manos de inversores privados, de los que una parte son dinero negro. En las primeras semanas del verano, las renovaciones de estos vencimientos fueron compensa 7 das por nuevas emisiones en función de las necesidades de las instituciones financieras para cu brir el coeficiente monetario, y tan sólo en un 30% de media para los pagarés que estaban en poder de particulares. Desde que el Ministerio de Economía y Hacienda elevó el tipo mínimo de referencia para la emisión de pa garés bancarios con retención en origen del 45%, el porcentaje de renovación de los pagarés del Tesoro en manos del público se ha ido elevando. En la subasta de ayer la renovación ha crecido de forma importante. De los 404.000 millones de pesetas que vencen esta quincena, se estima que en las carteras de bancos y cajas hay unos 120.000 millones de pesetas y el resto está en manos privadas. Según los cálculos que se manejaban hasta ahora, las peticiones de renovación deberían haber estado próximas a los 240.000 millones de pesetas (unos 120.000 millones de pesetas por parte de bancos y cajas de ahorro y una cifra similar de particulares), bastante por debajo de los 277.575 millones finalmente emitidos. El aumento de peticiones de pagarés se explicaría, según fuentes del sector, por la imposibilidad legal de colocar el dinero negro en activos distintos a los pagarés del Tesoro, que ha hecho que parte de los inversores privados hayan decidido mantenerse en estos títulos.

Descontrol monetario

Por otra parte, el Banco de España mantuvo los tipos de interés en las operaciones de cesión de letras a tres meses, dado el elevado crecimiento de la cantidad de dinero en circulación durante el pasado mes de agosto. Las estimaciones que se manejan en la actualidad apuntan a un aumento de casi el 20% de los activos líquidos en manos del público durante el último mes, producto tanto de la transformación de activos no contabilizados por letras del Tesoro, que sí lo están, como por el efecto expansivo del sector exterior.El crédito al sector privado, dado el mantenimiento de las necesidades de financiación del sector público, habrá registrado porcentajes muy elevados de crecimiento, lo que explicaría el mantenimiento de la alta tasa de actividad de la economía española.

El aumento de la cantidad de dinero en circulación fuera de los objetivos previstos, aunque preocupa, ya no presenta los perfiles dramáticos de los primeros meses del año, cuando a cualquier desviación se respondía con sucesivas elevaciones de los tipos de interés en un intento de frenar el crecimiento, aunque al final no diera los resultados perseguidos y las cifras siguieran altas.

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