La recaudación del impuesto sobre la renta creció un 37% hasta agosto, cuatro veces más de lo presupuestado
El Estado redujo en agosto su déficit de caja un 13% sobre las mismas fechas del año pasado y empezó a devolver dinero al Banco de España, gracias principalmente a las emisiones de deuda y a que el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) ha recaudado en los ocho primeros meses del año 440.000 millones de pesetas más que en enero-agosto de 1986. Este aumento del 36,6% en los ingresos procedentes del principal tributo español supone multiplicar por cuatro la tasa de incremento presupuestada para el presente año.
Los ingresos y gastos del Estado en enero-agosto, presentados ayer por Hacienda con gran lujo de detalles, muestran que en agosto se ha salvado el rebrote registrado por el déficit de caja en julio, cuando aumentó un 13,4%, sin que en su día se dieran a conocer las cifras. A finales de agosto, el déficit era un 13,2% inferior al de los ocho primeros meses de 1986, fenómeno provocado en mayor medida por una aceleración de los ingresos (los cuales ya incorporan las últimas declaraciones de renta de personas físicas y empresas) que por el freno en el avance de los gastos."Tenemos plena satisfacción y seguridad en que se van a cumplir los objetivos para este año", declaró el secretario de Presupuestos, Rafael de la Cruz, quien recordó que el objetivo era reducir este año en 32.000 millones la diferencia entre ingresos y gastos, lo que se "cumplirá holgadamente". En enero-agosto ya iba una disminución superiora los 100.000 millones de pesetas: de 826.200 a 717.600 millones.
De los datos presentados y de los objetivos presupuestarios se desprende que la mayor desviación al alza está en el IRPF, cuya recaudación ha crecido en enero-agosto un 36,6% (hasta 1,64 billones de pesetas), frente al 9,1% previsto en los presupuestos para 1987. De la Cruz atribuyó esta mejora a que en la última declaración aparecieron 609.000 contribuyentes más (un 8,6% del total) y a las subidas de retenciones para rentas no salariales (del 5% al 10% las de profesionales y artistas, y del 18% al 20% las de capital mobiliario). Pero de posteriores aclaraciones se deduce que las retenciones sobre rentas del trabajo (por encima de los dos tercios del total) han recaudado un 20% más que en las mismas fechas de 1986, aportando cerca de 200.000 millones de pesetas al aumento de los ingresos. No obstante, las cuotas adicionales pagadas con motivo de la última declaración aumentaron un 51%, pasando de los 213.000 millones de pesetas del año pasado a los 323.000 millones de ahora.
Ingresos por IVA
Tampoco los ingresos de otros tributos y tasas se han ajustado a los presupuestos, salvo en el caso del IVA (va un 31,1% de aumento, frente al 32,1% previsto inicialmente). Por lo general, los impuestos indirectos o sobre el gasto llevan un ritmo de ejecución inferior al previsto (su aumento global queda a mitad de camino del 21% presupuestado), en tanto que los directos que gravan los ingresos de los contribuyentes casi multiplican por cuatro la tasa de incremento presupuestada del 11,5%, por la citada desviación en el IRPF y porque el impuesto sobre sociedades (beneficios de las empresas) ha duplicado con creces el incremento previsto (20,8%), de forma que en los ocho primeros meses del año casi ha cubierto la recaudación presupuestada para todo el año (546.000 millones).En cuanto a los gastos, su expansión (17,6% en enero-agosto, también más del doble de lo presupuestado para 1987) lleva tres meses desacelerándose. Su ritmo de ejecución supera en varios puntos al del año pasado por estas fechas, principalmente por efecto de las mayores realizaciones -entre ocho y cinco puntos más que en 1986- de los presupuestos de Obras Públicas y Urbanismo (43% del total), Justicia, Educación y Relaciones con las Cortes. No obstante, Transportes (57%) y Defensa (54%) son los departamentos con superiores niveles de ejecución.
De acuerdo con las nuevas definiciones funcionales del gasto, su principal capítulo, el de seguridad, protección y promoción social, llevaba a finales de agosto un aumento del 5,5% (hasta 1,35 billones de pesetas); las transferencias a comunidades autónomas y corporaciones locales, un 65% (hasta 0,93 billones), y la defensa, protección y seguridad ciudadana, un 18,6%, (hasta 0,54 billones).
El mencionado déficit de caja y las variaciones de la deuda y de los activos financieros del Estado sumó en enero-agosto unas necesidades de financiación de 838.600 millones de pesetas, también inferiores en un 14,2% a las de igual período de 1986. La principal novedad observada al respecto consiste en que las fuertes emisiones de letras del Tesoro a partir de junio, (1,26 billones de pesetas en poco más de dos meses) permitieron al Estado en agosto, por primera vez en lo que va de año, devolver al Banco de España 486.800 millones de pesetas. Esta vuelta a la financiación ortodoxa o presupuestamente menos inflacionista del déficit público ha reducido la apelación al banco emisor en 404.000 millones de pesetas para el período enero-agosto.
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