Nadie habla de crisis en el Barcelona, pero preocupa el pobre juego del equipo en comparación con las exhibiciones del líder

Transcurridos tan sólo dos partidos de Liga, nadie se atreve a hablar de crisis en el Barcelona, aunque cunde ya un nerviosismo soterrado por el pobre juego del equipo en comparación con las exhibiciones del Real Madrid. El sábado, el Barça visita al Español, también en horas bajas y cuyo entrenador, Clemente ha dicho que pasa nada, sólo que van a cuatro puntos del líder. Tanto él como el técnico azulgrana, Terry Venables, esperan que una victoria en Sarrià solucionará sus problemas, sin más complicaciones.Entre los barcelonistas nadie quiso hablar ayer de las deficiencias del sistema táctico empleado frente al Sevilla. Carrasco, por ejemplo, mantuvo su ley de silencio y tan sólo comentó: "Sólo hablaré cuando ganemos la Liga". Javier Urruti, por su parte, se fue de los vestuarios diciendo que "me voy a vender coches, aunque hoy no sea el día más propicio".

Los directivos barcelonistas también decidieron guardar silencio en espera de acontecimientos e, incluso, se abstuvieron de, convocar la habitual reunión de la comisión delegada, que oficialmente "no tiene fecha de convocatoria". El presidente, Josep Lluís Núñez, por el contrario, sí convocó a la denominada comisión deportiva, integrada por los vicepresidentes Nicolau Casaus y Joan Gaspart, que cada lunes analiza la situación deportiva con el técnico.

Lattek, en boca de todos

"No existe posibilidad alguna de que en los próximos días se produzca algún movimiento en el seno del club o de la plantilla", explicó Casaus a la salida de la reunión, en la que Venables convenció a los dirigentes de que tiene equipo para ganar la Liga. Algunos directivos de escasa influencia en el entorno de Núñez comentaron el domingo, con gran discreción, la necesidad de que Carrasco -impuesto curiosamente por el presidente en un Español-Barcelona disputado en Sarrià en 1978- volviera al equipo como titular. Asimismo, en el palco del Camp Nou se especulé con la necesidad de obtener información en tomo a la situación profesional de diversos entrenadores de prestigio, entre los que se encuentra Udo Lattek, que jamás ha descartado su regreso al banquillo del Camp Nou.Lattek, actual manager del Colonia, logró la temporada pasada el título de la Bundesliga con el Bayem de Múnich y perdió la final de la Copa de Europa frente al Oporto. El técnico alemán abandonó el Barcelona por presiones del clan Maradona, pero siempre ha mantenido una estrecha amistad con Joan Gaspart, que suele llamarle por teléfono para consultarle temas futbolísticos.

La directiva está profundamente preocupada por el pobre nivel de juego exhibido hasta ahora por el equipo, en comparación con el Real Madríd -0-4 en Cádiz -y 7-0 ante el Spórting-. Este contraste existente entre el fútbol de unos y otros es lo que no deja dormir tranquilos a los dirigentes barcelonistas. Y lo que es peor, ninguno de ellos se atreve a pronosticar que su equipo sea capaz de competir con el Madrid. "El Real tiene un equipo que se sale, y el sábado seguro que también gana en Zaragoza", murmuró un funcionario del club. "Y, además, su equipo es mucho más joven que el nuestro", añadió, "y, por tanto, con más capacidad fisica y de aprendizaje". El promedio de edad. de las alineaciones del pasado domingo era de 25 años en el Madrid y de 28 en el Barcelona.

El problema que se le presenta a los azulgrana es que su próximo rival es el Español. Y allí, en Sarrià, todos coinciden en que deben puntuar. El encuentro es también vital para los blanqaiazules, que ocupan la cola de la clasificación, sin ningún punto y con dos negativos.