El PSOE admite que subidas salariales del 7% no han impedido mantener los objetivos de inflación
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha dirigido una circular a sus cuadros en la que se explica y reconoce que las subidas salariales registradas -que sitúa en torno al 7%- no impedirán el objetivo de inflación, el 5%, al finalizar el año. Tan sólo hace cinco meses, el PSOE inició una campaña -circulares incluidas- para convencer a la opinión pública de que pedir subidas de ese tenor era una irresponsabilidad y ponía en peligro los objetivos económicos. La postura que el PSOE, el Gobierno y la CEOE mantuvieron frente a las reivindicaciones sindicales -banda salarial del 5% al 7%- impidió la concertación para 1987.
En la circular número 27, con fecha de 15 de julio, firmada por Francisco Fernández Marugán, secretario de asuntos económicos del PSOE, y José María Benegas, secretario de organización, se realiza un análisis de la situación económica durante el primer semestre de 1987. La valoración que se hace de la misma es positiva, tanto por lo que concierne al crecimiento económico como al empleo.La valoración acentúa el tono triunfalista sobre todo a la hora de analizar la evolución de los precios, los costes y los salarios. El documento señala que "nos encontramos en una senda compatible con el objetivo de inflación trazado para el presente año (5?/) y que ha posibilitado reducir de forma drástica el diferencial de inflación existente con respecto a los países industrializados".
La circular reconoce que se ha producido una desaceleración en el crecimiento de los costes salariales, y que los salarios han subido "en torno al 7%", lo que sin embargo no ha puesto en peligro los objetivos del 5% de inflación. Y se admite que incluso "la desaceleración en el crecimiento nominal de los salarios está siendo compatible (al menos durante el primer semestre del año) con mejoras en su poder adquisitivo (precios al 5,8%, y salarios entorno al 7%), aumento del empleo asalariado y desaceleración de los costes laborales unitarios".
La circular número 27 contrasta con el tono catastrofista contenido en la que tan sólo hace cinco meses el mismo PSOE hizo llegar a sus cuadros y a toda la opinión pública. En ella, la número 23, firmada también por Fernández Marugán y Benegas, se defendían como necesarias subidas salariales en tomo al 5%, argumentando la evidente relación entre salarios e inflación. Se hablaba de los deslizamientos como elemento importantísimo -en la 27 ni se mencionan- y se reducían las subidas que unos y otros proponían a porcentajes sobre la inflación, con lo que la postura de UGT que pedía el 7% se planteaba como una petición del 164% de la inflación, y la de CC OO -un 8%- se traducía en un 184%. La del Gobierno era del 113,5%. La circular decía que "las subidas salariales que piden las organizaciones sindicales ponen en peligro los objetivos de política económica" y la misma idea de la concertación social.
Las crispaciones
UGT y el PSOE vivieron entonces -y las secuelas continúan enturbiando las relaciones entre ambas organizaciones- una de las etapas más crispadas. Los mayores ataques fueron, sin duda, verbales. El propio Fernández Marugan y Txiqui Benegas mantuvieran seleccionados encuentros con periodistas en los que explicaron profusamente la citada circular y la imposibilidad de aceptar subidas por encima de ese "en torno al 5%" defendido por el Gobierno. Se habló entonces de irresponsabilidad sindical y se culpó a UGT de las posibles consecuencias que tendría sobre la inflación defender una banda entre el 5% y el 7%. UGT contestó diciendo que si no se admitía esa banda pediría en los convenios incrementos del 7%.El debate entre UGT y el Gobierno y el PSOE adquirió en ocasiones caracteres de auténtica batalla. En un encuentro televisivo, Carlos Solchaga, ministro de Economía, y Nicolás Redondo, secretario general de la central socialista, mantuvieron una discusión de una inusual violencia verbal. Redondo acusó a Solchaga de haberse equivocado de trinchera y el ministro -apoyado por, el presidente de la CEOE, José María Cuevas- defendió ardientemente que una subida que superara el 5% haría imposible cerrar el año con una inflación del 5% y que ello supondría aumentar la falta de competitividad de España respecto a los países, comunitarios.
Redondo le replicó diciendo que "economistas del PSOE, amigos tuyos, Carlos, que quizás un día te sustituyan", defendían que era posible un objetivo de inflación del 5%. con bandas salariales como las que propugnaba UGT, entre el 5% y el 7%. En aquella. ocasión Solchaga replicó que el PSOE había negado carácter oficial a ese estudio. Ahora la circular del PSOE parece coincidir con el documento oficioso.
El agrio debate del 5% impidió la concertación social. Y desde entonces las relaciones en la familia socialista han sido cuando menos muy tensas. El mantenimiento de los criterios salariales del Gobierno provocaron una intensa oleada de conflictividad en los sectores públicos. En el sector privado, se negoció en torno a la banda del 5% al 7%, lo que se ha traducido en subidas que se han acercado al 7%, la parte alta de la banda. Ahora, cinco meses después, los mismos que se negaron a aceptar este tipo de subidas y que llegaron a afirmar que los incrementos pedidos por los sindicatos perjudicaban a las clases más desprotegidas se felicitan en la circular porque se ha logrado "una sensible mejora de la remuneración de los asalariados".
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