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Los precios subieron en Brasil un 6,4%, en agosto, mientras el poder adquisitivo cayó un 40%, este año

La inflación oficial de agosto en Brasil fue calculada en un 6,4%, por lo menos un 2,5% más de Io que esperaba el Gobierno. Mientras, estimaciones realizadas por instituciones independientes aseguran que los salarios han perdido un 40% de poder adquisitivo real en lo que va de año, la mayor baja de la historia.Sin embargo, el índice de inflación es contestado por sindicatos y empresarios que aseguran que la realidad, una vez más, ha sido ignorada por las estadísticas oficiales. Hasta para conocer este dato, los brasileños tuvieron que pagar más: el precio de los periódicos aumentó un 33% el 1 de septiembre.

En julio, mientras la inflación oficial fue situada en un 3,5%, institutos de análisis de todos los tipos, desde los vinculados a sindicatos hasta los que trabajan para bancos internacionales, calcularon que la inflación ha sido de por lo menos el 9,03%. Para sectores amplios de la población, el congelamiento de precios decretado el 12 de julio nunca existió.

Mientras el llamado plan Bresser era anunciado, por lo menos 59 productos y servicios -muchos de ellos prestados por el mismo Gobierno- aumentaron sus precios. Con el supuesto congelamiento en plena vigencia, hubo aumentos promedios del 32% en una amplia lista de productos y, por lo menos en el caso de los trenes, el servicio público subió en un 100%. Los salarios, a partir del primero de septiembre, aumentaron un 4,6%.

A partir de ayer más de 15.000 medicamentos cuestan más, con un aumento medio del 20%. Los alquileres tuvieron aumentos que van del 122% al 255%. Los bancos volvieron a cobrar un 700% de interés al año. Las bolsas de valores registraron bajas de hasta el 18% en los últimos 30 días y la capacidad de inversión de la iniciativa privada está reducida prácticamente a cero.

En medio de este torbellino, el Gobierno insiste en afirmar que los resultados de su plan de control de la economía está obteniendo resultados positivos. Para el presupuesto fiscal de 1988, enviado ayer al Congreso, se prevé una inflación promedio del 4% al mes, y un déficit fiscal por debajo del 3%. Para los analistas, se trata de una previsión irreal, ya que la inflación que se espera para septiembre es de por lo menos el 8%, seguida de un 13% en octubre. Una reducción tan drástica sería, para los analistas, inalcanzable en tan poco tiempo.

Créditos para pagar deudas

Ayer, al mismo tiempo en que los números indicaban que el plan Bresser no funcionó, fuentes del Gobierno señalaban que Brasil pedirá 7.200 millones de dólares a sus acreedores internacionales antes del próximo día 23 de septiembre. Ese dinero será pedido como parte de la negociación de la deuda brasileña, situada en 112.000 millones de dólares.Esta negociación se arrastra desde hace seis meses. El dinero pedido sería destinado a cubrir compromisos del país en el exterior, lo que incluye a los mismos bancos acreedores. Desde febrero, Brasil no paga los intereses de su deuda junto a bancos privados. Ello significa que dejaron de ser pagados 430 millones de dólares por mes.

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