Torras cederá a Cros su paquete accionarial en ERT para formar un gran grupo químico privado español

La Sociedad Anónima Cros se convertirá en el primer accionista de Explosivos Río Tinto (ERT) tras la ampliación de capital de la química catalana propuesta por los nuevos accionistas mayoritarios, Torras Hostench, a su vez participada mayoritariamente por la Kuwait Investment Office (KIO). La ampliación de capital de Cros, que ayer fue acordada por el consejo de administración celebrado en Barcelona, lo será a la par, con prima de emisión del 600%, lo que supondría un aporte de fondos de 51.000 millones de pesetas, teniendo en cuenta que Cros cuenta en estos momentos con un capital social de 8.500 millones de pesetas.

La ampliación de capital de Cros, cuyo lanzamiento se producirá el 12 de octubre próximo, equivaldrá a una nueva versión de la ampliación monstruo que ya tuvo lugar en la propia Torras Hostench, por importe de 55.000 millones de pesetas. Con la ampliación de Cros se matarán varios pájaros de un tiro: afrontar el saneamiento del balance de Cros, en el que figuran pérdidas acumuladas por importe de 23.000 millones de pesetas, dedicando a ello entre 10.000 y 12.000 millones de pesetas; abonar unos 9.000 millones a ERT para hacer posible la integración de los negocios de fertilizantes de ambas sociedades al 50% en Fosfórico Español, SA, (FESA), y dedicar entre 4.000 y 5.000 millones para mejora de las explotaciones industriales de la sociedad. Todo ello sumado hacen unos 25.000 millones de pesetas.El grueso de la parte restante, hasta los 51.000 millones citados, será dedicado a sufragar a Torras el paquete accionarial del 15% que posee en ERT, cuya titularidad pasaría a poder de Cros, lo que permitiría a KIO recuperar su inversión en Explosivos. Esta operación, que no ha podido ser confirmada en fuentes de Torras, supone de hecho la fusión de Cros y ERT en la sociedad catalana, de forma que Cros se perfila como cabecera de un grupo químico de dimensión europea. En este contexto, la actual gerencia de Cros, encabezada por Francisco Godia, como presidente, y Juan Antonio Delgado, como consejero delegado, se convertirá, pues, en protagonista del nuevo grupo químico español, pasando la gerencia de ERT a un segundo plano. Cros será consolidable en Torras Hostench, dentro del papel de holding reservado a la papelera catalana.

Prima incierta

La gerencia de Torras se ha mostrado en las últimas fechas reacia a especificar la cuantía de la citada prima de emisión, por el efecto que ello pudiera surtir en bolsa, aunque todo parece indicar que rondará el mencionado 600%. La ampliación de Torras lo fue con una prima del 1.500%, lo que constituyó todo un récord en este tipo de operaciones. En cualquier caso, los nuevos socios mayoritarios de Cros esperan con esta ampliación un éxito similar al cosechado con la de Torras. Torras seguiría conservando, en todo caso, su anunciado 24,9% en Cros.

En la reunión del consejo de administración de Cros, celebrada ayer en Barcelona, los consejeros de la sociedad catalana acordaron poner sus cargos a disposición del presidente de la compañía ante la próxima junta de la sociedad que se convocará para finales de este mes. Francisco Godia Sales y Juan Antonio Delgado, presidente y consejero delegado de la compañía, respectivamente, continurán en sus puestos, por deseo expreso de Torras.

La dirección de la sociedad reconoció ayer formalmente que Torras posee un 15% del capital de la química catalana, porcentaje que unido al 9,2% adquirido al Banco de Santander eleva tal participación momentaneamente al 24,2%.

Las deudas de Cros a corto, medio y largo plazo y a proveedores se elevan a unos 35.000 millones de pesetas. En 1986, los gastos financieros superaron los 4.000 millones. Según una nota pública de la empresa, con la inyección de estos capitales se pretende "eliminar su endeudamiento financiero e iniciar con autofinanciación, un fuerte proceso de expansión".

Directivos de Torras Hostench, Cros, y KIO almorzaron ayer a mediodía con el presidente de la Generalitat y visitaron por la tarde en Madrid al ministro de Industria en su despacho, para exponerle los términos del acuerdo alcanzado.