Teresa Sanchidrián
Una madrileña investigadora de los cambios sociales en China
Cuando Teresa Sanchidrián, madrileña, llegó por vez primera a China, en septiembre de 1975, todavía vivía Mao Zedong y continuaba la revolución cultural. En la actualidad, tras un paréntesis de varios años en España, Teresa se encuentra en China para perfeccionar sus conocimientos de lengua y literatura chinas. Ella es una de las pocas privilegiadas que pueden estudiar, siendo extranjera, los contrastes de la apertura china o la actual campaña de lucha contra el liberalismo burgués.
"Llegué a China cruzando a pie el puente de Lowu, en la frontera entre Hong Kong y China, en septiembre de 1975, junto al primer grupo de estudiantes españoles que íbamos becados a China Popular para estudiar", cuenta Teresa. "José Luis, Dimas, Ignacio, Mercedes y yo", continúa Teresa, "veinteañeros todos, íbamos al Instituto de Lenguas Extranjeras de Pekín para aprender chino". De aquella época de pioneros Teresa recuerda que "además de las clases en las aulas, cada semana teníamos una visita didáctica a una fábrica, un hospital, una guardería o una comuna agraria". Era la época de la revolución cultural, y en Pekín abundaban los carteles de propaganda con citas de Mao Zedong, hoy sustituidos por vallas publicitarias de productos de consumo chino, japonés, norteamericano o europeo.
"Cuando murió Mao Zedong, el 9 de septiembre de 1976, yo me encontraba fuera de Pekín". Pero Mercedes sí vivió los funerales, primero, de Zhou Enlai, y después, de Mao Zedong. También la caída de la banda de los cuatro y el nombramiento de Hua Guofeng y los preparativos del XI Congreso del Partido Comunista Chino (PCCH), que dieron paso, en 1978, al inicio de la línea de reformas y aperturas dirigida por el actual líder chino, Deng Xiaoping, cuya doctrina parece encontrarse otra vez en tela de juicio, con la campaña contra el liberalismo burgués, lanzada por las fracciones más conservadoras del PCCH.
"Recuerdo", añade Teresa, "que aquel año de 1978, comenzó la apertura, con la reanudación de las representaciones de la Ópera de Pekín, la difusión de algunas películas extranjeras y la promoción del turismo". Pero por aquel entonces Mercedes decidió regresar a España, donde pasó a trabajar en varias compañías españolas con intereses comerciales o económicos en la República Popular China.
"Fue en septiembre de 1985 cuando decidí volver a este país para poner otra vez al día mis conocimientos de lengua china y con la esperanza de poder encontrar algún trabajo vinculado entre España y China, pero para realizarlo aquí, en Pekín".
Como contraste entre aquella primera experiencia china, en 1975, y la actual, 12 años después, Teresa Sanchidrián destaca la desaparición "de la multitud de libros rojos de Mao que circulaban en aquella época, y sobre todo, la mayor presencia de extranjeros en Pekín". "Antes", continúa, "no había taxis, y el único hotel para occidentales era el hotel Pekín, donde los chinos se amontonaban en las verjas para ver, a gran distancia, cómo se abrían automáticamente las puertas de vidrio".
Teresa Sanchidrián es licenciada en Antropología por la universidad Complutense de Madrid y de signos zodiacales tauro (en el occidental) y serpiente (en el chino), equivalentes a espíritu de tenacidad y de sabiduría, cualidades ambas necesarias para desenvolverse en un país como China, con más de 1.000 millones de habitantes.
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