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Se confirma que la mujer decapitada era una prostituta

Amelia Castilla

María Paula Martínez. Rodríguez, de 30 años, madrileña, es la mujer cuyo cadáver apareció decapitado en el polígono industrial de San Fernando de Henares. Paula era adicta a la heroína y trabajaba como prostituta en la zona de la Gran Vía. Una hermana de la víctima, que había identificado la ropa que llevaba en el momento de ser asesinada, reconoció ayer el cadáver después de que fuera exhumado. Paula presentaba una cicatriz abdominal fruto de una cesárea y llevaba una pulsera en un tobillo, hecha por un familiar.

La víctima salió de su domicilio, situado en el barrio de Vallecas, el pasado día 12, alrededor de las once de la noche. Se despidió de una sobrina con la que convivía y no regresó. Al volver su hermana de vacaciones, denunció su desaparición, tras leer en la Prensa que se había encontrado el cadáver de una mujer decapitada.

Paula, que estaba casada y tenía tres hijos, llevaba una vida normal hasta que falleció su marido en un accidente de coche, hace cinco años. Dos de sus hijos viven con su suegra y el tercero fue adoptado.

A raíz de la muerte de su marido, comenzó su adicción al caballo y empezó a trabajar como prostituta. La joven, que era conocida por los alias de Meli y Ana, estuvo empleada en clubes de Torrejón y Coslada. Última mente parece que frecuentaba la Gran Vía y Capitán Haya. Días antes de su muerte fue vista en la calle de la Ballesta. Personas próximas a la víctima aseguraron que su estado físico era muy malo: "Estaba en los huesos y sólo trabajaba para conseguir droga".

El cadáver, cuya cabeza todavía no sido localizada, estaba envuelto en una bolsa de plastico y cubierto con una manta. El asesino trató evitar que la mujer fuera identificada, y además de cortarle la cabeza, probablemente con un hacha, quemó las yemas de su mano derecha.

Ocho días después de que fuera asesinada, fue descubierto su cuerpo por dos vigilantes jurados en un descampado, próximo a la vía del tren. Fuentes próximas a la investigación precisaron que su muerte se pudo producir por un ajuste de cuentas entre traficantes de heroína.

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