El ejecutivo reconoce los contactos
El Gobierno socialista, tanto a través de su propio presidente como a través del portavoz del Ejecutivo, ha reconocido estos días lo que hasta ahora había venido negando con variados subterfugios. Es decir, que existía y existe un diálogo de representantes oficiales con miembros de ETA. En agosto del año pasado los medios de comunicación informaron sobre contactos o diálogo del Gobierno con ETA. "No hay, no ha habido y no habrá negociaciones del Gobierno con ETA", fue la respuesta a esas noticias de Felipe González el pasado año. "Diálogo ha habido, lo hay y lo habrá", fue la respuesta de ayer del portavoz del Gobierno a similares informaciones. A comienzos de agosto del pasado año, EL PAIS difundió varias informaciones relativas a contactos de representantes de la Administración con Txomin Iturbe Abasolo, entonces número uno de ETA, que había sido expulsado de Francia a Gabón en abril de ese mismo año.
El día 10 de agosto de 1986, y en primera página de este periódico, se publicó una amplia información titulada El Gobierno mantuvo contactos con Txomin Iturbe hasta que fue expulsado a Gabón, tesis que era mantenida en aquellas fechas por dirigentes del PNV, entre otros.
La difusión de estas informaciones causó un fuerte malestar en el Gobierno y en los órganos directivos del PSOE. Las reacciones oficiales a las noticias sobre diálogo y contactos se centraron exclusivamente en responder tajantemente que no había negociaciones. "No hay, no ha habido y no habrá negociaciones del Gobierno con ETA", afirmó Felipe González en una conferencia de prensa celebrada el 12 de agosto en Palma de Mallorca.
"No ha habido contactos con Iturbe. La información (de EL PAN del 10 de agosto) es falsa", afirmó en aquellos días el entonces director de la Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal, quien precisamente llegó a entrevistarse personalmente con Txomin Iturbe en Argelia cinco meses más tarde, con el fin de alcanzar acuerdos más concretos que habían sido enunciados en anteriores contactos con otras autoridades españolas.
A lo largo de los últimos días, las reacciones oficiales ante las noticias de contactos con ETA han sido radicalmente distintas a las del pasado año. El propio Felipe González, tras la reunión que mantuvo el pasado día 25 de agosto con el presidente francés, François Mitterrand, admitió que aceptaba el diálogo para que ETA deje las armas, aunque rechazó una negociación política. Hasta entonces, ese rechazo a la negociación política era la respuesta única a cualquier insinuación a la existencia de contactos o diálogo con los terroristas, que era precisamente a lo que se referían las noticias de los periódicos.
Cambio de estrategia
No sólo Felipe González ha reconocido ahora la existencia, o incluso la conveniencia y necesidad, de mantener ese diálogo con los terroristas de ETA. El secretario general de los socialistas vizcaínos, Ricardo García Damborenea, se ha referido a lo mismo en unas recientes declaraciones, y altos cargos del Ministerio del Interior han destacado aspectos positivos en estas experiencias. Ayer, el portavoz del Gobierno, Javier Solana, aseguró incluso que conocía "desde hace mucho tiempo" la existencia de los últimos contactos con ETA.
La diferencia entre diálogo y negociación no había sido tenida en cuenta hasta ahora por los miembros del Gobierno a la hora de responder y valorar las noticias difundidas en los medies de comunicación. La estrategia gubernamental al respecto ha variado ahora y, no sólo se hace esa clara diferenciación, sino que además se admite sin lugar a dudas que hubo y hay conversaciones con dirigentes de ETA.
Hasta el momento, en medios oficiales no se ha explicado el motivo de este cambio de actitud, ni tampoco por qué razones se desmintieron en el pasado con tal rotundidad estas noticias.
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