Historia rocambolesca

La forma en que se han sucedido los acontecimientos podría calificarse de rocambolesca. Las negociaciones se han llevado a cabo en dos frentes, Madrid y Barcelona, en un ambiente de mutua desconfianza.En Madrid, a las siete de la tarde de ayer, el presidente de ACECA, José Ignacio Periáñez, anunciaba en conferencia de prensa que las dos huelgas habían sido desconvocadas por la asamblea de controladores de Barcelona. Tras una comparecencia posterior del director general de Aviación Civil, Manuel Mederos, ratificando la noticia, el presidente de ACECA, visiblemente alterado, informaba de que había recibido una llamada del comité de huelga de Barcelona conminándole a que cogiera el puente aéreo y se presentara en Barcelona porque el comité de huelga exigía ver quién firmaba el acuerdo y su contenido exacto.

Tras una reunión, ya en Barcelona, entre el presidente de ACECA y el comité de huelga, se decidió convocar una nueva asamblea para las doce de la noche de ayer. El comité de huelga señaló que lo que su presidente les había contado por teléfono desde Madrid no era lo que figuraba en el acuerdo. En dos puntos había diferencias: por una parte que la Administración no se había comprometido a pagar los atrasos antes de fin de año y que el acuerdo no iba firmado por nadie con suficiente autoridad. El acuerdo lleva la firma del director general de Aviación Civil y del presidente de ACECA.

Paralelamente, la Generalitat de Cataluña y representantes de los empresarios turísticos de las Islas Baleares, llegaron anteayer a un acuerdo con los controladores en Barcelona. Aunque ambas partes mostraron su satisfacción por su contenido, éste no fue dado a conocer. El presidente de ACECA desmintió que los controladores hubieran aceptado dinero a cambio de parar la huelga. El director general de Aviación Civil, por su parte, declaró que la única negociación válida era la de Madrid y que no reconocía otro interlocutor en el conflicto que ACECA.