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La caída del precio del crudo por debajo de 18 dólares aleja la prevista subida de las gasolinas en octubre

Una prevista modificación de los precios de los derivados del petróleo, tentativamente programada para el mes de octubre, puede quedar definitivamente aplazadada tras la caída de los precios del crudo por debajo de 18 dólares en los mercados internacionales a principios de esta semana. La Administración "sólo considerará una subida de las gasolinas si los precios superan los 20 dólares por barril de una manera prolongada", afirmaron ayer fuentes solventes de los ministerios de Economía y Hacienda e Industria y Energía.

Los precios del crudo, después de algunos momentos de pánico en los mercados como consecuencia de la tensión en el golfo Pérsico durante las primeras semanas de agosto, han vuelto esta semana a la normalidad. Ayer, como ya sucedió a partir del lunes, el brent británico se cotizó a algunos centavos por encima de los 18 dólares, para las entregas de octubre, mientras el west texas intermediate, como es habitual, cambiaba de manos, también para octubre, un dólar por encima del crudo del mar del Norte. El texas abrió ayer en Nueva York a 18,90 dólares, y a mediodía había subido ligeramente a 19,02, su nivel habitual. Estos precios son algo superiores a la apertura semanal (por debajo de 17,50 dólares para el crudo británico), si bien son normales para la media de los dos últimos meses.

La vuelta a la estabilidad en torno a 18 dólares (para el brent) se atribuyó por los agentes a la convocatoria por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de una reunión, el próximo 7 de septiembre, de los cinco ministros, encargados de vigilar el mercado (Nigeria, Argelia, Indonesia, Arabia Saudí y Venezuela). Este comité, formado el pasado mes de junio en la reunión ministerial de Viena, tiene por misión adoptar las medidas pertinentes en el caso de que los precios del crudo en los mercados libres se muevan fuera de una franja 18-20 dólares. La caída, el lunes pasado, por debajo de los 18 dólares provocó la convocatoria.

Los expertos están de acuerdo en que los cinco ministros tratarán en Viena, la próxima semana, de restablecer el cumplimiento de los compromisos de producción acordados en junio, que preveían un techo máximo de ventas diarias de 16,6 millones de barriles durante el resto del año. Sin embargo, la producción del consorcio es ahora de unos 19,6 millones de barriles, según estimaciones de la industria petrolera; es decir, unos tres millones de barriles diarios más.

Más disciplina

Juan Carrera, responsable de materias primas de la oficina madrileña de Searsons Lehman, aventuró ayer la posibilidad de que los precios se sitúen en el nivel de los 18 dólares durante los próximos días, en espera de las decisiones del denominado comité de los cinco de la OPEP. Según su opinión, el cártel tratará ahora de advertir a sus miembros que los excesos de producción pueden provocar el hundimiento del mercado y convertir en imposible el objetivo común de estabilizar los precios en torno a los 18 dólares. Otros expertos, citados por la agencia Reuter, estimaban ayer que la OPEP ha equivocado su estrategia al incrementar sin ningún temor sus producción, calculando que la tensión en el golfo Pérsico actuaría de mecanismo de compensación en el precio. En otras palabras, la idea de que el factor precio se ha movido en las últimas semanas al margen de los volúmenes de producción ha resultado ser falsa, y ahora la OPEP trataría de corregirla mediante una vuelta a la disciplina.

Guillermo de la Dehesa, secretario de Estado de Economía, declaró la semana pasada en Santander que los pronósticos del Gobierno se estaban cumpliendo y que era "harto improbable, con la información ahora disponible", que los precios de importación del crudo se alejen de "ese nivel mágico de los 18 dólares". Para De la Dehesa, de mantenerse el precio del crudo, y con la peseta apreciándose ligeramente en relación al dólar, cualquier modificación de los precios de los derivados resultaría innecesaria. En estos momentos, el crudo es un 5% más barato para España que las previsiones contenidas en los presupuestos del Estado, precisamente por la desvalorización del dólar.

El factor dólar, junto al hecho de que los consumos de gasolinas (el derivado con mayor porcentaje de carga fiscal) estén aumentando, ha hecho que los ingresos fiscales globales se sitúen a un nivel similar al del pasado año. Para fuentes de la delegación del Gobierno en Campsa, "por tanto, no existe ninguna razón, si todo sigue igual, para considerar por el momento la modificación de los precios de los productos carburantes".

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