El tráfico en los aeropuertos de Palma de Mallorca y Londres no se normalizará hasta mediados de semana

Los vuelos en los aeropuertos de Son Sant Joan, en Palma de Mallorca, y Gatwik, en Londres, continuarán sufriendo retrasos hasta mediados de semana, a consecuencia de la huelga llevada a cabo el pasado sábado por los controladores del aeropuerto de El Prat, en Barcelona. Los controladores barceloneses, que regulan un tercio del espacio aéreo español -que abarca a los aeropuertos de Gerona, Reus, Palma de Mallorca, Valencia, Alicante, Murcia y Almería-, tienen previsto repetir los paros de 24 horas los próximos días 29 de agosto y 5 de septiembre.

El aeropuerto de Palma seguía colapsado ayer al mediodía por los problemas derivados de los retrasos de 12 a 15 horas de numerosos vuelos charters. Fuentes del aeropuerto mallorquín señalaron que los retrasos del sábado aumentaron durante la noche siguiente. La situación se agravó al añadirse a los retrasos y aplazamientos del sábado los quinientos vuelos programados para ayer.

Pero no sólo Palma sintió los efectos de la huelga. En el aeropuerto de Madrid-Barajas un grupo de unas 200 personas que tenía previsto viajar a Tenerife y Las Palmas en un vuelo de Spantax denunciaron ante las autoridades un retraso de 15 horas. El vuelo tenía prevista su salida a las 9,15 de la mañana y se retrasó sucesivamente hasta señalarlo en pantalla a las 0, 15 "y todo sin que ningún responsable de la compañía nos diga una palabra".

En el aeropuerto londinense de Gatwick, un portavoz señaló señaló ayer que temía un aumento del número de vuelos retrasados en los próximos días debido a la necesaria redistribución de las tripulaciones.

Sorpresa

Fuentes de la Dirección General de Aviación Civil manifestaron ayer su sorpresa por esta huelga, al tratarse de unas reivindicaciones que se encontraban en negociación entre la Administración y la dirección de la Asociación Confederal Española de Controladores Aéreos (ACECA), el principal sindicato del sector. Las mismas fuentes añadieron que responsables de la Administración y dirigentes de ACECA acordaron en una reunión, el pasado 29 de julio, un marco para discutir las reivindicaciones de los trabajadores, que se centran en el cobro de unas 10.000 pesetas mensuales en concepto de servicios especiales. Los controladores consideran que la Administración les adeuda esta cantidad desde 1979.

Representantes de los trabajadores señalaron que la huelga afectó a un 40% de los aviones que debían cruzar el espacio aéreo que regulan.