Luis Roldan anuncia la incorporación de mujeres a la Guardia Civil y la reforma de los planes de enseñanza
El director de la Guardia Civil, Luis Roldán, ha anunciando, en declaraciones a EL PAÍS, que en breve será aprobada una orden ministerial que permita la incorporación de la mujer al citado cuerpo. En febrero o marzo de 1988 ingresarán unas 150 mujeres con la categoría de guardias y se dedicarán a labores de información, servicio fiscal y labores administrativas. Las nuevas guardias tendrán su propia escala para los ascensos, cuyo límite aún no ha sido fijado. Es éste uno de los amplios programas de modernización que ha emprendido Roldán para realizar en los meses próximos. "Es una idea vehementemente defendida por el ministro del Interior, que ha sido el mayor impulsor del proyecto", ha comentado Roldán al referirse a la incorporación de la mujer. El borrador de la citada orden ya ha sido elaborado y en breve será distribuido por los distintos ministerios para su estudio técnico. Se estima que, a comienzos de 1988, se publicará la correspondiente convocatoria y se efectuarán las pruebas de selección.
Aunque éste puede ser uno de los planes de reforma más novedosos, el director de la Guardia Civil destaca por su incidencia el de modernización de la enseñanza. "A veces, las reformas parecen quedarse en el cambio de uniformes o de colores, pero hay aspectos mucho más profundos, como el la enseñanza. Pretendemos adecuar los planes de enseñanza a la sociedad en que vivimos. Se trata de revitalizar la incidencia de la enseñanza y mejorar las condiciones profesionales y persona les de los enseñantes".
La reforma de la enseñanza comenzó hace tres meses e incidirá fuertemente en los cuatro centros del cuerpo: la Escuela de la Guardia Auxiliares, en Baeza (Granada); la Academia de Guardias, en Úbeda (Jaén); el Colegio de Guardias Jóvenes, en Valdemoro (Madrid), y la Academia Especial de la Guardia Civil, en Aranjuez (Madrid). Roldán recuerda que la ley encomienda a la Guardia Civil, por encima de otras, mi siones policiales, y por eso hay que adecuar los programa de estudio y formación.
Nuevo uniforme
Otros programas de modernización se refieren al nuevo des pliegue de la Guardia Civil en concordancia con el policial, la elaboración de la Ley de Plantillas, la redacción de unos nuevos reglamentos orgánico y disciplinario y la dotación de más medios técnicos, como los antidisturbios, a costa de una reducción del presupuesto para adquirir armas de guerra, como los fusiles de asalto. Pero entre los numerosos planes de reforma también hay otro que afectará decisivamente a la imagen diaria de los guardias. En estas fechas, se estudia la confección de un nuevo uniforme que, a falta de algunos pequeños detalles, ya está definido. La mayor novedad consiste en que el clásico tricornio será sustituido para los servicios ordinarios por una gorra de diseño exclusivo para la Guardia Civil. De forma es similar, aunque más flexible, a la del Ejército, y la superficie plana superior es ligeramente ondulada hacia dentro.
En el frente, llevará un escudo de la Guardia Civil bajo una corona real, en sustitución al escudo del Ejército que ahora se emplea en los uniformes del cuerpo. Este escudo también figurará en los botones y en la manga. El tricornio seguirá utilizándose en el uniforme de paseo y en algunas misiones muy específicas, como la protección de embajadas.
La actual guerrera del uniforme será cambiada por una cazadora corta, parecida a la que hoy usa el Cuerpo Nacional de Policía, aunque de color verde oliva. El pantalón, igualmente verde, será menos clásico que el actual. El coste de los uniformes será costeado por la dirección del cuerpo, y se aproximará a los 660 millones de pesetas. El cambio de los uniformes comenzará en enero próximo y se prolongará hasta 1990.
Buena acogida
Luis Roldán, que hace 10 meses accedió al cargo convirtiéndose en el primer director no militar, asegura que las múltiples reformas emprendidas han sido bien acogidas en una institución tan respetuosa con la tradición. "Las han aceptado positivamente, porque de esos programas se deducen ventajas para los guardias y para la sociedad. Podrán plantearse sorpresas o alguna mínima discrepancia, pero no problemas, porque todo se hace pensando en la sociedad a la que servimos y para lograrlo hay que conseguir también que la institución funcione". Roldán dice que, en contra de algunas aisladas teorías iniciales, no ha observado ningún rechazo a su figura no- de mandos de la Guardia Civil. "No he percibido el más mínimo gesto", agrega. Cuenta que sólo ha llevado a media docena de civiles como asesores más próximos, y precisa: "Pero aquí no sólo se ha cambiado un director militar por uno civil, sino que a la vez se han emprendido numerosas iniciativas que persiguen la mejora del cuerpo y de las misiones que cumple".
Al hacer un recuento de los aspectos que deben mejorar, el director de la Guardia Civil comenta: "Para mí es una cuestión agobiante el exceso de horas que trabajan los guardias (como mínimo, nueve horas diarias). Es un problema que no me puedo quitar de la cabeza. Por encima de todo, los guardias son ciudadanos también, tienen sus familias y tienen necesidad de contar con tiempo para su vida privada".
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