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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Situación en Suráfrica

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Quisiera hacer referencia a su artículo (editorial) de EL PAÍS, de fecha 12 de agosto, bajo el título El salario del apartheid.

He leído dicho artículo con mucho interés, pero no con admiración, puesto que refleja la falta de conocimiento del autor. Incluso no sabe que la Unión de Suráfrica se convirtió en república el pasado 1961.

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Desde el año 1652, cuando los holandeses se afincaron en el cabo de Buena Esperanza, y desde 1806, cuando los británicos ocuparon el cabo, ningún Gobierno ha hecho más por las personas de color, ni ha realizado tantas reformas económicas, políticas y sociales para eliminar la discriminación racial como el actual Gobierno surafricano.

Y, sin embargo, éste es el Gobierno que ustedes se disponen a calumniar. ¿Se debe esto a la ignorancia o es pura y simple mala intención? Yo diría que es debido a ambos factores.

Verdaderamente, la mayoría de los mineros en Suráfrica son personas de color. Pero es también verdad que un gran porcentaje de ellos procede de los Estados súrafricanos colindantes donde existe una mínima, y si es que existe, perspectiva para encontrar trabajo, en la actualidad o en un futuro próximo.

Su artículo se refiere a trabajadores mineros que vienen prin cipalmente de Mozambique y Botsuana. Las siguientes estadís ticas que le indico son relevantes mineros extranjeros de color registrados el 30 de junio de 1986 y procedentes de los siguientes países: Botsuana, 21.686; Lesotho, 116. 142; Malawi, 23.489; Mozambique, 63.705; Swazilandia, 16.614; Zambia, 1.743. En el caso de Lesotho, las ganancias de los mineros constituyen un 50%. más que las totales percibidas por la totalidad de los trabajadores de ese país.

Con respecto al National Union of Mine Workers (Unión Nacional de Trabajadores Mineros) o NUM, el presidente de dicha organización es súbdito de Lesotho. Por tanto, no existe impedimento alguno para que cualquier minero extranjero registrado pueda llegar a pertenecer al NUM y tomar parte en todas las actividades de esta organización. ¿Qué comparación podría existir con la situación de los trabajadores extranjeros en muchos de los países de Europa occidental?

Por lo que se refiere a la huelga de los mineros, es bien sabido que el Gobierno de Suráfrica ha declarado que éste es un asunto a tratar entre los propios mineros y la Cámara de Minas, y que no está dispuesto a intervenir en dicha huelga laboral legalizada.

La compañía Anglo American Corporation ha emitido un comunicado por el que se avisa a los trabajadores extranjeros que si dejan de trabajar y permanecen en sus domicilios como respuesta al llamamiento hecho por el NUM, no existirá garantía alguna para que ellos puedan volver a ser admitidos al trabajo.

Ert su artículo, ustedes hacen referencia a la reacción por parte de la Administración surafricana de anunciar la derogación de las leyes discriminatorias para los mineros de color, pero "sleinpre tarde y de manera insuficiente". Esta áltima observación no parece pertenecer a un periódico responsable que se supone debe controlar la base objetiva de sus comentarios de redacción.

Las negociaciones entre la Administración surafricana, la Cámara de Minas y el NUM se llevan a cabo desde el año 1.984.

El anteproyecto de ley se, encuentra entre los asuntos a tratar por el Parlamento de Suráfrica durante los últimos dos años, y de nuevo será tratado este año.

Sin embargo, debido a las continuas negociaciones concermentes a la disposición del anteproyecto de ley, testimonios de todos las razas han sido continuamente manifestados para llegar a una justa, equitativa y reformada legislación. El resultado es el anteproyecto que recientemente ha introducido el correspondiente ministro.

Para finalizar, declaro que el politizar un asunto de esta naturaleza no contribuirá a solucionar ningún problerna concerniente a las condiciones de trabajo, e incluso podría aumentar el desempleo a más de 240.000 trabajadores extranjeros, cuyos países mal se pueden perrnitir la pérdida de ingresos económicos, tanto para el Estado como para las propias familias de los empleados.

En mi opinión, creo que sus lectores merecen ser informados debidamente de la situación concerniente a la huelga de los mineros y mostrarles; la otra cara de la moneda, que he expuesto ante-

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Embajador de Suráfrica.

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