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Los obispos panameños denuncian la "intimidación de la fuerza militar"

La archidiócesis de Panamá, en un comunicado que se lee hoy en las misas de la capital, denuncia la "intimidación de la fuerza militar" y la "arbitrariedad de la ley". Al mismo tiempo continúa en Panamá la presión sobre la Prensa: ayer, conminado por las autoridades de inmigración, tuvo que abandonar el país el corresponsal de la agencia británica Reuter y continúan cerrados tres diarios de la oposición.

El general Manuel Noriega, al dirigirse a depositar una corona ante la tumba de Omar Torrijos, calificó a los periodistas extranjeros de "plaga" que desinforma sobre Panamá y pidió respeto en las informaciones.Para combatir la plaga, las autoridades de inmigración, dependientes de las Fuerzas de Defensa, obligaron a abandonar Panamá en un plazo de 24 horas a Thomas Brown, un norteamericano corresponsal de Reuter. Bajo cuerda se hizo circular la advertencia de que la medida contra Brown "no es más que el comienzo". Reuter había informado erróneamente que se habían producido seis muertos durante el asalto a la casa del coronel Díaz Herrer, opuesto a Noriega.

En una carta que publicó ayer en primera página La Estrella de Panamá, el delegado de la agencia Acan-Efe Manuel Cabrera se defiende ante los ataques del Ministerio de Gobierno y Justicia que le acusan de haber dado versiones erróneas sobre la muerte de un estudiante. Escribe Cabrera que la agencia tardó 17 horas en recibir una versión oficial y critíca que no existe una "oficina de prensa ágil y responsable a la que puedan acudir los corresponsales para verificar las versiones que les llegan".

La ineficacia o desidia de las o oficinas de prensa oficiales es notoria. El simple intento de confirmar la fecha en que el general Noriega cumplió 25 años de servicios en las Fuerzas de Defensa duró más de una hora, sin resultado. El dato correcto pudo finalmente ser conseguido, pero gracias a una dependencia de la Embajada de Estados Unidos.

Hervidero de rumores

Esta incapacidad de la información oficial y la ausencia de Prensa de oposición convierten a Panamá en un hervidero de rumores, a cual más descabellado. Esto perjudica todavía más la dañada imagen del régimen.La jerarquía católica se pronuncia hoy sobre la situación en un comunicado firmado por el arzobispo de la capital, Marcos McGrath, y todos sus auxiliares.

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Los obispos reclaman "la pronta liberación de los detenidos y la reapertura de los medios de comunicación, tan necesarios para una opinión pública formada e informada, capaz de superar crisis que nos afecta".

Según los obispos, en el texto leído hoy en las misas, "la economía, ya golpeada, no aguanta mucho más. Ya se sienten graves consecuencias de desempleo y de hambre para miles de panameños. La violencia tiende a extenderse en peligrosa espiral. Todo esto sacude a la nación. Siente la intimidación de la fuerza militar y de la arbitrariedad de la ley, que a algunos prohíbe lo que a otros permite".

Los obispos panameños justifican su toma de postura por la "rectitud moral que nos impulsa a la justicia para con todos y nos inhibe de hacemos cómplices, siquiera por el silencio, de las injusticias y atropellos a los derechos de los demás".

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