La OUA convoca otra 'cumbre' para tratar de la crisis económica de África

ENVIADA ESPECIAL

La 23ª cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA) convocó ayer una reunión extraordinaria, a celebrarse el próximo setiembre en Addis Abeba, para abordar la crisis económica del continente. Los jefes de Estado africanos han lamentado el fracaso de la celebración de una conferencia internacional sobre la deuda externa de los países del continente, que intentan organizar, sin éxito, desde la 21ª cumbre. El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Club de París y de Londres han sido señalados como los culpables, por su insistencia en la fórmula clásica de negociar caso por caso, bilateralmente.

Los países africanos quieren una plataforma mínima común sobre el pago de la deuda externa, para armonizar sus posiciones. Los observadores lo consideran difícil, ya que África se halla dividida entre los países que han decidido seguir las recetas del FMI y los que se oponen.

La resolución que se estudiaba ayer sobre este tema ha sido, de hecho, depurada y difuminada en cuatro medidas concretas, tras la retirada de la propuesta más espectacular lanzada por los países radicales: no pagar.

Los trabajos de la cumbre concluyeron esta madrugada con la aprobación de las 39 resoluciones presentadas al Consejo de Ministros y la elección de los cinco secretarios adjuntos, que correspondieron a Zimbabue, Nigeria, Ruanda, Egipto y Etiopía.

Aislar a Suráfrica

Con relación al África austral, los asistentes a la cumbre reiteraron la necesidad de seguir por la senda que, según ellos mismos reconocen, han iniciado los países occidentales para aislar a Suráfrica. Las exhortaciones no sólo fueron dirigidas a los países industrializados, sino también a los africanos, para que cese la cooperación económica con el régimen racista.El drama de los países africanos que no quieren o no pueden romper sus lazos económicos con Pretoria ha sido uno de los temas más tratados. En su discurso de despedida como presidente de la OUA, el congoleño Denis Sasoti Ngueso -que elogió la actitud desinversora de las empresas norteamericanas en Suráfrica- reconoció las dificultades de los países africanos para "comprometerse con las sanciones". Sin embargo, dijo, "ello no debe servir de pretexto para la inacción o la indiferencia".

La cuestión de Chad fue aparcada tras la decisión de elevar al nivel de jefes de Estado el comité especial sobre el contencioso fronterizo entre Yamena y Trípoli. El jefe de Estado de Burkina Faso, el capitán Thomas Sankara, tras insistir en que la solución al conflicto está en manos de la voluntad de las dos partes para sentarse a la mesa y hablar, voló a Trípoli para entrevistarse con el líder libio, coronel Muammar el Gaddafi, que no ha asistido a la cumbre. Se comentaba en Addis Abeba que la OUA se ha decidido por presionar a Gaddafi, pero sin comprometerse en una declaración contundente.