La 'cumbre' de la OUA se inaugura con un llamamiento contra el 'apartheid'
La elección del presidente de Zambia, Kenneth Kaunda, al frente de la Organización para la Unidad Africana (OUA) y la confusión marcaron el inicio ayer, en Addis Abeba, de la 23ª cumbre anual de jefes de Estado africanos. El presidente etíope, Mengistu Haile Mariam, abrió la sesión con un llamamiento a la solidaridad internacional para la lucha contra el apartheid y el atolladero de la deuda externa.
Mientras el jefe de Estado etíope inauguraba la sesión, los fallos de organización convirtieron en un campo de batalla los pasillos que llevaban a la tribuna destinada a la Prensa.Mengistu reiteró, una vez más, sus peticiones de ayuda a los países occidentales para que contribuyan a la rehabilitación de las maltrechas economías de los países africanos. La deuda externa es el principal quebradero de cabeza para los jefes de Estado de la OUA. Una de las resoluciones adoptadas por los ministros de la OUA, que terminaron sus deliberaciones en la madrugada del lunes, incluye una petición para que no se destine más del 20% de las divisas al pago de la deuda, que constituye el 44% del producto interior bruto de esos países. Mengistu elogió el esfuerzo enorme realizado por los países africanos para lograr la reestructuración de la agricultura, base de sus economías.
El otro gran tema de los discursos de ayer fue el del conflicto en el África Austral. Junto a las muestras de indignación por el apoyo militar y político dado a la guerrilla angoleña de Unita y al régimen de Pretoria, hubo elogios al proceso de desinversión protagonizado por empresas occidentales y, especialmente, estadounidenses, en Suráfrica.
La cuestión del Sáhara
En su discurso de despedida de la dirección de la OUA, el presidente del Congo, Denis Sasu Ngueso, desgranó el rosario de conflictos internos y entre Estados africanos que asolan el continente. Definido como un pragmático, la moderación ha sido la tónica de su presidencia de un año en la OUA.Ngueso no olvidó la cuestión del Sáhara en su intervención, aunque hizo un difícil equilibrio para no señalar más a una parte que a la otra a la hora de pedir a saharauis y marroquíes una solución pacífica al conflicto.
Ngueso deja la presidencia de la OUA a Kenneth Kaunda, que ya ocupó ese cargo en 1971. Kaunda, de 63 años, uno de los padres del nacionalismo africano -conocido como el Inesperado- dirige uno de los países que, además del enfrentamiento con Suráfrica, sufre una de las más graves crisis económicas y desigualdades sociales del continente africano.
Entre los oradores de ayer, figuraron el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar; el presidente del ANC, Oliver Tampo; el presidente de Uganda, Yoveri Museveni. Hay que destacar la participación de la primera ministra noruega, Gro Harlem Brundtland, que ha llegado a Addis Abeba con los resultados de un informe realizado dentro del ámbito de la ONU sobre desarrollo y medio ambiente africano. Asisten asimismo a la cumbre, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat.
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