Siete guardias civiles y 13 paisanos, heridos en un atentado por coche bomba en Éibar

Siete guardias civiles y otras 13 personas más resultaron heridos, sobre las 15.30 de ayer, de diversa consideración a causa de la explosión de un coche bomba estacionado en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil en Éibar (Guipúzcoa). Los siete guardias civiles heridos fueron alcanzados por la onda expansiva cuando procedían a acordonar la zona en la que se encontraba el coche. Trece vecinos sufrieron rasguños y cortes al ser alcanzados por los cristales y cascotes desprendidos de los edificios. ETA se atribuyó anoche el atentado en llamada a diversos medios de comunicación vascos.

Manuel Urionabarrenechea Betanzos, Manu, y Juan Oyarbide Ararriburu, Juanín y Txiribita, participaron presuntamente en este atentado, según las declaraciones efectuadas por los detenidos el día anterior en San Sebastián, al pertenecer previsiblemente todos ellos al comando Donostia.La explosión del coche bomba, que contenía 50 kilos de goma 2, según el gobierno civil, fue anunciada por un comunicante anónimo que se dirigió telefónicamente a la inspección municipal de Éibar, según fuentes municipales. La llamada se recibió sobre las, 14.30 horas, aproximadamente una hora antes de la explosión, también según la versión municipal.

El Gabinete de prensa del Gobierno Civil de Guipúzcoa informó que en la explosión resultaron heridos siete guardias civiles y no tres como en un principio se informó. Todos ellos resultaron alcanzados por la onda expansiva cuando procedían a acordonar la zona en la que se encontraba el coche, una furgoneta Mercedes Benz que quedó destrozada.

Una vez recibida la llamada se procedió a desalojar la zona y a las dependencias de la casa cuartel de la Guardia Civil, sin avisar a los vecinos de la zona colindante. Se da la circunstancia de que en la planta baja del cuartel, una de las zonas más afectadas por la explosión, se encontraba el Liar repleto de miembros del acuartelamiento al coincidir con la hora del café. El aviso de la colocación impidió que ocurriera una autentica masacre en el local.

Los guardias civiles Segundo Pedraza Yuste, de 50 años, y Santos Rodríguez Prieta, de 29, se encuentran hospitalizados en la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián, en estado grave. En el Hospital comarcal de Mondragón quedaron internados tras ser intervenidos quirúrgicamente los guardias civiles Domingo Álvarez, Rodríguez, de 24 años, y Antonio González Walios, de 22, ambos con pronóstico reservado. En el mismo centro fue atendido José Antonio Velex, de 22 años, quien fue posteriormente dado de alta. La nota del Gobierno civil destaca "los cuantiosos daños materiales ocasionados por la explosión", al tiempo que menciona "la colaboración del pueblo de Éibar, que inmediatamente después de producirse el atentado se personó en el cuartel para ofrecer sus viviendas con objeto de alojar a las familias de los guardias civiles que las necesitaran"

Por otra parte, Manuel Urionabarrenechea Betanzos, Manu, y Juan Oyarbide Aramburu, Juanín y Txiribita, participaron presuntamente en este atentado, según informaron fuentes oficiales en Madrid, que se basan en las declaraciones de los presuntos etarras del comando Donostia detenidos el día anterior. Al parecer pertenecerían al mismo comando.