El Gobierno está dispuesto a abrir las negociaciones del Pacto social antes de que termine el mes de julio

El Gobierno está en disposición de abrir las negociaciones con los interlocutores sociales antes de que termine el mes de julio, y admite la posibilidad de que se produzcan contactos bilaterales para definir el marco general de objetivos y programación económica, según confirmaron ayer fuentes de Presidencia. Las citadas fuentes subrayaron que, en cualquier caso, el Gobierno nunca había hecho cuestión de principio de un determinado modelo de concertación. Por su parte, José María Cuevas, presidente de la CEOE, envió una carta al presidente advirtiendo que la concertación no puede hacerse con contactos bilaterales.

Las reuniones para analizar la situación económica actual, propuestas por el presidente del Gobierno a sindicatos y patronal como paso previo a la concertación social, pueden llevarse a cabo en la próxima semana. Los deseos de Moncloa son que no se retrase innecesariamente un proceso que consideran necesario iniciar cuanto antes. Antes del mes de agosto, según expresión de fuentes de Presidencia, sería bueno que los interlocutores sociales mantuvieran un encuentro para realizar el diagnóstico de la situación económica.Los citados medios subrayaron que por parte de Moncloa no había inconveniente en que estos primeros encuentros se celebren con carácter bilateral, siempre que los acuerdos que en ellos se adopten se inscriban dentro de un marco general en el que ha de moverse la concertación social. "El Gobierno", indicaron estas fuentes, "nunca ha hecho cuestión de principio de un determinado modelo de concertación".

A pesar de los intentos de Moncloa por flexibilizar su oferta de negociación, parece que el método sigue siendo el principal obstáculo, incluso para iniciar las conversaciones. Ayer mismo José María Cuevas, presidente de la patronal CEOE, remitió una carta a Felipe González pidiéndole una reunión de los interlocutores sociales con el Gobierno "para analizar nuestra situación social y económica y, sobre todo,sus perspectivas de eficacia y de progreso dentro del Mercado Común".

Cuevas reitera en su escrito su coincidencia con la propuesta del Gobierno de un pacto global a tres años y sobre todo, insiste, en que "cualquier diálogo bilateral no será concertación". Para el presidente de la CEOE un acuerdo que no se base en la aceptación de compromisos por cada una de las partes "no podría considerarse como el desarrollo de un proceso de concertación, sino que se inscribiría dentro de las relaciones normales de la Administración y las fuerzas sociales". La petición formal de Cuevas coloca en una delicada situación al presidente del Gobierno, ya que le plantea como necesario para el proceso de concertación lo que los sindicatos ya le han rechazado públicamente: una nueva cumbre en Moncloa.

Las centrales han pedido la apertura de conversaciones, pero de forma diferenciada y sin que en ellas tomen parte la vez los sindicatos y la patronal. La opinión de las organizaciones obreras -explicitada en varias ocasiones por Nicolás Redondo y Marcelino Camacho, secretarios general de U,GT y CC OO, respectivamente- es que no consideran necesario realizar un diagnóstico conjunto de la situación económica, ni están de acuerdo con un pacto global a tres años. Prefieren acuerdos puntuales y concretos.