Los socialdemócratas obtienen una victoria histórica en las elecciones generales en Portugal
ENVIADO ESPECIAL El primer ministro en funciones, Aníbal Cavaco Silva, y su Partido Social Demócrata (PSD) obtuvieron ayer un histórico triunfo en las elecciones legislativas y al Parlamento Europeo celebradas en Portugal, al lograr la mayoría absoluta de los escaños en la Asamblea de la República (Parlamento), según datos no oficiales de las proyecciones realizadas por la radio y la televisión. Estas previsiones indicaban que el PSD habría logrado entre el 44% y el 45% de los votos (según Antena. l), entre el 41% y el 44% (Radio Renacença) y entre el 48% y e1,50% (la televisión portuguesa).
Las previsiones del Ministerio del Interior hacían subir estos resultados para Cavaco hasta el 53% de los sufragios.Con estas proyecciones, Cavaco Silva habría logrado el empeño central de su intensa campaña electoral: la mayoría absoluta de los 250 escaños del Parlamento. A medianoche, el recuento oficial había superado la mitad de las circunscripciones, pero ya decenas de vehículos con miles de partidarios del líder del PSD con sus emblemas y banderas de color naranja, recorrían en medio de una gloriosa euforia las calles del centro de la capital, Lisboa, y de otras ciudades importantes como Oporto.
Las citadas previsiones indican que, comparado con los resultados obtenidos en las anteriores elecciones legislativas, de octubre de 1985, el Partido Socialista (PS) dirigido por Vitor Constâncio mantendría sus posiciiones como segunda fuerza política del país, aunque a gran distancia de los ganadores; bajarían los comunistas, integrados en la Convergencia Democrática Unitaria (CDU) y caerían espectacularmente el Partido Renovador Democrático (PRD) del ex presidente Antonio Ramalho Eanes y los democristianos del Centro Democrático Soclal (CDS), encabezados por Adriano Moreira. La abstención habría aumentado, pero no considerablemente con relación a la de 1985, que fue del 25,8%.
De confirmarse las previsiones, sería la primera vez que un partido logra la mayoría absoluta de los escaños desde la revolución de los claveles de abril de 1974 y representaría asimismo, también por primera vez, el predominio numérico de las fuerzas de centro derecha y derecha que durante esos 13 años mantuvieron el conjunto de los partidos de izquierda.
Desde las elecciones que le dieron el gobierno en 1985, con el 29,8%, el PSD habría pasado a tener ahora, según las previsiones del Ministerio del Interior, el 53%, subiendo e espectacularmente. Los socialistas mantendrían entre un 20% y un 24%; los comunistas bajarían del 15,4% obtenido en 1985 a alrededor del 12,5%. Y el más serio revés afectaría al partido de Eanes, que en las elecciones anteriores consiguió el 17,9% y ahora habría bajado a menos de la mitad, y a los democristianos que también habrían perdido la mitad de su patrimonio electoral.
"Muestra de madurez"
En un breve discurso pronunciado alrededor de la medianoche, hora peninsular española, el ganador Cavaco Silva dijo que el triunfo obtenido no le había sorprendido "ya que el pueblo portugués ha dado una gran muestra de madurez, votando por la estabilidad política" y que rechazaba "cualquier aventura y radicalismo". Cavaco dijo también que pese al entusiasmo, en la campaña se había demostrado un gran civismo, y apeló a sus partidarios [que en ese momento llenaban las calles de Lisboa] a mantener "la tolerancia y el respeto al adversario". "Vamos a tener durante los próximos cuatro años un Gobierno coherente, eficaz y homogéneo", dijo, y agregó que estaba abierto al diálogo con otras fuerzas políticas. Por último, recordó al fundador del PDS, Francisco Sa Carneiro, fallecido en 1980 en un accidente de aviación.
Además de la capacidad de decisión que le da la mayoría, durante el próximo gobierno de Cavaco Silva, el Parlamento portugués estará facultado para realizar la segunda revisión de la Constitución de 1976, surgida de la revolución del 25 de abril, y que ya fue modificada en 1982.
El cambio del texto constitucional sólo puede hacerse en Portugal cada cinco años, y debe contar con la aprobación de los dos tercios del Parlamento. Para ser modificada antes de esos plazos se necesitaba una mayoría de 4/5, cosa que no hubo desde que fue sancionada.
El presidente de la República, el socialista Mario Soares, cuya cohabitación con el primer ministro Cavaco Silva fue en el Gobierno anterior de éste, relativamente armónica, había subrayado el sábado por la noche esta particularidad de la legislatura que se inicia, a la que las fuerzas interesadas en el cambio de la Constitución llegan con sólidas bases para realizarlo.
Entre las aspiraciones del ganador figuran ampliar los espacios de la actividad privada, en detrimento de las nacionalizaciones que aún subsisten en el texto constitucional, Los socialdemócratas plantean en su programa la eliminación de las disposiciones mas ideológicas de dicha ley fundamental y la flexibilización del conjunto del sistema económico de Portugal.
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