Primitivo Martínez

Si hay algo que guarda celosamente este aragonés de 61 años es su carné del PSOE. Tiene el número 1 de la agrupación de Líbano, que, confiesa, sólo la componían dos personas: él y su sobrina. Primitivo Martínez, hoy director del Centro Cultural Español de Rabat, se precia de haber enseñado el castellano a más de 15.000 árabes, en sus 30 años en Beirut y en los tres que lleva en Rabat. Pero por dentro mantiene otro orgullo: ser el decano de los directores de los centros culturales españoles en el mundo.

Primitivo Martínez llegó a Beirut en 1954, sin un duro y con lo puesto, tras una larga travesía en barco por el Mediterráneo que le obligó a tocar previamente puerto en Alejandría. En 1984 se despidió de la capital libanesa, ya con el nuevo destino de Rabat bajo el brazo, pero de forma precipitada, entre el ruido de los morteros y las granadas, y con la pena de tener que dejar allí casi todas sus pertenencias y recuerdos de media vida, en una casa del sector musulmán.Entre los pocos recuerdos que pudo traer consigo. a Rabat figura la Palma Académica de la universidad libanesa que su amigo Selim el Hoss, el primer ministro que sustituyó al asesinado Rachid Karame, le impuso el día de su despedida oficial por haber sido lector de español en dicho centro durante 10 años. Pero no sólo viajó a Rabat con ese recuerdo en forma de condecoración, sino que se hizo acompañar de un simpático matrimonio de jóvenes, compuesto por el cristiano libanés Jalil Hayyar y la filipina Lily Mandaj, que forman ahora en Marruecos su única familia y que suelen llamarle padre.

Huyendo de las bombas

Primitivo Martínez tiene anécdotas de todo tipo que reflejan el contraste entre aquel Líbano, en otro tiempo llamado la Suiza de Medio Oriente, y este otro actual envuelto en odio y fuego de infierno. Recuerda que salvó su vida en dos ocasiones seguidas, en tan sólo 15 minutos: "Diez minutos después de pasear por una esquina hizo explosión una bomba que mató a varias personas, y cinco minutos antes de que llegará a otra esquina estalló un coche-bomba, que produjo también varias muertes"Intervino como intérprete simultáneo en la televisión libanesa para Tita Cervera, hoy baronesa von Thyssen-Bornemisza, cuando fue elegida en el hotel Phenicia de Beirut Miss Europa, "porque entonces ella no sabía francés". Y recuerda también un día en el que, como director del Centro Cultural Español de Beirut, observó entre los alumnos a una bella mujer de apellido egipcio. Resultó ser Farida, una de las tres mujeres del ex rey Faruk de Egipto.

Primitivo Martínez tiene pasión por la Prensa. Su casa y el centro en Beirut han sido la casa de muchos enviados especiales y corresponsales españoles. Este testigo excepcional de la transformación de Líbano, que llegó al socialismo a través de la figura de Enrique Tierno y que se precia de su decanato, se confiesa devorador de periódicos y revistas, pero comenzando su lectura por las noticias fechadas en Beirut. Ahora vive sus últimos años como enseñante, cumplido ya un deseo: retornar a un país que, recién licenciado en Semíticas, le introdujo en el mundo árabe y que ya conoció como soldado de la mejasnia armada de los tabores de regulares de Tetuán y Nador.