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Banesto negocia la venta de la deuda de los Coca, de 42.000 millones de pesetas,, a Interpart y Sasea

El Banco Español de Crédito (Banesto) mantiene negociaciones avanzadas para la venta de las deudas de la familia Coca (unos 42.000 millones de pesetas) a los grupos Sasea e Interpart, compradores en los últimos tiempos de la organización Meliá 37 de Renta Inmobiliaria. De cerrarse esta operación, que cuenta con el conocimiento de los herederos de Ignacio Coca, Banesto podría perder unos 22.000 millones de pesetas (cuantía de la quita), a cambio de lo cual cerraría el largo proceso legal con la familia del financiero, que se suicidó hace ahora un año. La principal incógnita reside en si el acuerdo incorpora las acciones que el financiero poseía en Banesto y que le convertían en el primer accionista del mismo.

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Desde principios del mes de junio los nombres de Banesto y de los Coca no habían aparecido vinculados en la opinión pública. La última ocasión fue a raíz de una in5ormación de tele visión que reveló la existencia de discrepancias internas en el consejo de administración del banco, y de otra sobre la intervención del hijo de López de Letona (vicepresidente y consejo delegado de Banesto) como broker habitual en la venta de empresas de la entidad. A partir de entonces, los procesos legales entablados entre Banesto y los Coca han seguido su curso. Sin embargo, paralelamente y en total silencio, lo que parecía imposible dada la crispación de las partes, ha ocurrido: abogados del banco y de la familia se han reunido intentando llegar a un pacto secreto y satisfactorio para las dos partes. A una de las reuniones asistió también Fernando Castromil, secretario del consejo de Banesto y hombre muy ligado a Letona.

Quién me compra un lío

Quizá como consecuencia de estas reuniones se planteó una solución imaginativa para acabar con un proceso que ha deteriorado gravemente la imagen del banco y de algunos de los hombres más representativos de Banesto: la latinoamericanización de la deuda de los Coca, estimada en unos 42.000 millones de pesetas. Es decir, Banesto vendería las deudas de los Coca a un tercero, con una quita a negociar. Esto se podría hacer con el visto bueno de los Coca o sin él. Con la aquiescencia. de los herederos del financiero, Banesto lograría el final de los pleitos entablados con la familia y los Coca negociarían con el comprador. Sin visto bueno no habría nada que hacer, puesto que los Coca tendrían que entenderse con el comprador, pero los litigios con Banesto seguirían adelante.

Los protagonistas surgieron enseguida: los grupos Sasea e Interpart, cuyas cabezas visibles son los italianos Florio Fiorini y Giancarlo Parretti, notorios inversores en los últimos tiempos en España, que ya habían comprado a Banesto la organización Meliá, que anteriormente perteneció también a Ignacio Coca.

Las negociaciones están avanzadas, aunque todavía no se ha llegado al acuerdo final. Por lo mismo, las condiciones de la operación son top secret; sin embargo, se sabe que la quita pedida por los compradores es de aproximadamente un 55% de la deuda de los Coca, con lo que las perdidas de Banesto se acercarían a los 23.000 millones de pesetas, cantidad ligeramente superior a la que el banco tiene provisionada para hacer frente al problema Coca.

Tampoco se conoce con total fiabilidad qué bienes de los Coca comprendería esta compra-venta. Y lo que es más significativo: si en el acuerdo están comprendidas las acciones que el financiero tenía de Banesto (casi 2,5 millones, un 1,87% de su capital social) y que le aupaban como primer accionista de la entidad. Banesto compró estas acciones para su autocartera en abril, por un importe de 4.000 millones de pesetas.

Fuentes de Banesto confirmaron ayer la existencia de negociaciones para vender la deuda de los Coca, pero no facilitaron ningún detalle adicional referente al posible vendedor, y mucho menos al destino de las acciones citadas. Enrique Sanchez-Prieto, abogado de los Coca, reconoció haber oído rumores "fundados" sobre la operación, aunque dijo desconocer quién era el interesado en comprar. "Quien compre tendrá que llegar a un acuerdo con nosotros. Banesto no nos ha comunicado nada". Sin embargo, los abogados de la familia, y posiblemente los hijos de Ignacio Coca, se han entrevistado en más de una ocasión con Parretti. Al fin y al cabo, de cerrarse el lío con Banesto, los Coca y los Parretti-Fiorini deberán encerrarse a discutir sobre los restos de la herencia (Los Monteros, La Cepilla, el palacio de Orfila, Incosol, etcétera).

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