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Triunfo laborista en las elecciones de Australia

El primer ministro australiano, Robert Hawke, logró un histórico tercer mandato tras el triunfo del Partido Laborista en las elecciones legislativas celebradas ayer. Hawke, de 57 años, que había convocado los comicios ocho meses antes de completarse la legislatura, se comprometió anoche a llevar al país hacia un camino de renovada prosperidad. El líder de la oposición, John Howard, reconoció la derrota cuatro horas después del cierre de los colegios electorales. Los resultados parciales, con la mitad de votos escrutados, reflejaban que los laboristas conservarán la mayoría parlamentaria.

"Este será un Gobierno para todos los australianos. Las cosas que nos unen son más que las que nos separan", dijo anoche por televisión el primer ministro, Robert Hawke, que con el éxito en los comicios de ayer se convierte en el primer dirigente laborista que obtiene un tercer mandato consecutivo.Hawke, un ex líder sindicalista, adelantó que su Gobierno piensa llevar adelante la política económica emprendida hasta ahora, política que ha sido blanco de los ataques de la oposición.

El jefe de la oposición, John Howard, concedió la derrota y felicitó a los laboristas y a Hawke: por el éxito alcanzado, en una intervención televisada, cuatro horas después del cierre de los colegios electorales.

Howard subrayó las dificultades que tuvo que afrontar en los últimos meses, en alusión a las disensiones internas que trastornaron al Partido Nacional (conservador), tradicional aliado del Partido Liberal.

La comisión electoral informó que cuando iba escrutada la mitad de los 10,5 millones de votos registrados, el Partido Laborista había conseguido 56 escaños; el Partido Liberal, 21, y el Partido Nacional, 17. Los resultados correspondientes a los 44 escaños restantes de la Cámara de Representantes todavía no se conocían oficialmente.

Mayoría suficiente

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Las proyecciones difundidas por las cadenas de televisión independientes apuntaban que los laboristas habrían conseguido una mayoría de entre 2 y 18 escaños en la Cámara baja, integrada por un total de 148 diputados. Los analistas del partido de Hawke creen que la mayoría laborista oscilará entre 18 y 24 diputados.En la pasada legislatura, los laboristas disfrutaban de una mayoría de 16 escaños, con 82 diputados, frente a 45 liberales y 21 nacionalistas.

Los resultados definitivos no se espera que puedan conocerse hasta la próxima semana debido al sistema de votación preferencial y a que muchos electores han votado por correo.

Los datos relativos a los 76 escaños que componen el Senado sólo podrán saberse a finales de la semana que viene en razón del elevado número de candidatos y del complicado sistema de representación proporcional, declararon ayer fuentes oficiales.

El primer ministro Hawke declaró ayer que no tiene intención de hacer grandes cambios en su Gabinete e indicó que el ministro de Tesoro, Paul Keating, arquitecto de la estrategia económica, conservará el cargo.

Hawke y Keating prometieron durante la campaña que los laboristas llevarán adelante una política de continuidad y de contención que saque a Australia de sus actuales dificultades económicas.

La oposición ofreció, si llegaba al poder, fuertes recertes de impuestos y del gasto público, y centró sus ataques contra el desequilibrío de la balanza de pagos y de los problemas derivados de la deuda externa y del déficit presupuestario.

La Prensa y los dirigentes empresariales, que tradicionalmente han respaldado a la coalición conservadora, decidieron volcar su apoyo a los laboristas una semana antes de las elecciones.

El líder de la oposición acusó durante la campaña al Gobierno de no saber proporcionar suficientes incentivos al empresariado y prometió reducir el poder ole los sindicatos, que representan una fuerte base política para Hawke, si llegaba a ser primer ministro.

Éxitos económicos

El Gobierno de Hawke había sido elegido en 1983 y reajustado después de una crisis en diciembre de 1984.Robert Hawke basó la campaña en los éxitos logrados en materia económica, en especial. en la reducción del déficit presupuestario y de la tasa de desempleo y en la mejora del clima social entre los sindicatos y la patronal.

El mandato por otros tres años al frente del Gobierno permitirá a Hawke presidir las ceremonias del bicentenario de Australia en 1988.

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