Gran consternación en los pueblos de Aragón donde residían las víctimas del accidente

El trágico accidente ocurrido ayer en la provincia de Orense en el que perecieron 38 ancianos aragoneses ha causado honda consternación en toda la región, y de manera especial en la localidad de Sariñena (Huesca) y otros pueblos próximos, de donde procedían las víctimas. El presidente regional en funciones, el socialista Santiago Marraco, envió un telegrama de condolencia al alcalde de Sariñena y al gobernador civil de Huesca, Miguel Godia.

Las víctimas del accidente regresaban de una excursión por Galicia y Portugal de unos 10 días de duración, organizada por la Asociación de la Tercera Edad de Sariñena a través de Viajes Politour. Esta agencia, por su parte, había acudido a la empresa SaldubaTours para. alquilar el autocar a Autobuses del Ebro. Un portavoz de esta última compañía manifestó ayer a Efe que el vehículo siniestrado había sido comprado el año pasado. "Tras la adquisición", añadió, "fue revisado 3, se le reparó la chapa y el motor".El autocar había pertenecido con anterioridad a José Expósito, antiguo alcalde de Zaragoza, quien posee una flota de autobuses dedicados a organizar viajes a la playa y excursiones de colegios. Expósito aseguró que el vehículo tenía unos 10 u 11 años de antigüedad. "No era muy viejo" dijo, y añadió que el autocar había pasado las correspondientes revisiones.

Momentos de confusión

Sariñena vivió escenas de tensión y dolor nada más conocerse la noticia del accidente. Vecinos y familiares de los ancianos accidentados se fueron concentrando ante la sede del ayuntamiento del pueblo en busca de información sobre el verdadero alcance de la tragedia, "la mayor ocurrida en la localidad" según afirmó su alcalde, José Antonio Martínez, de Alianza Popular.

Ante la confusión reinante en los primeros momentos -la primera noticia se recibió a través del Telediario- varias personas emprendieron viaje a Orense en vehículos particulares. A las 21.15 horas salió de Sariñena el primer autocar organizado por el ayuntamiento de la localidad y el Gobierno C¡vil de Huesca hacia la zona del siniestro que se encuentra a unos 1.000 kilómetros de distancia. José Antonio Martínez acompañaba a los familiares de las víctimas cuya ayuda había sido requerida por la Guardia Civil para proceder a la identificación de los cadáveres, condición indispensable para proceder al traslado de las víctimas a sus lugares de origen.

El Gobierno Civil de Huesca recogió durante toda la tarde las llamadas de las personas interesadas en conocer la identidad de los accidentados, hasta el punto de que las emisoras de radio tuvieron que difundir avisos pidiendo que se abstuvieran de telefonear al no tener más información sobre el siniestro. Pero la incertidumbre en Sariñena era grande. A las 20.30 horas tan sólo se había indentificado a siete de los ocupantes del autocar, uno de ellos fallecido y los seis restantes heridos.

En la sede del Gobierno autónomo aragonés se recogieron durante la tarde muestras de condolencia. El presidente en funciones de la comunidad, Santiago Marraco, estuvo en todo momento informado y en contacto con el gobernador civil de Huesca, Miguel Godia.