_
_
_
_

Iotti y Spadolini presidirán las dos Cámaras en la décima legislatura italiana

Juan Arias

La décima legislatura italiana se abrió ayer con la elección de Giovanni Spadolini, secretario del Partido Republicano y hasta ayer ministro de Defensa, como presidente del Senado, que es la segunda autoridad institudonal de la nación después del presidente de la República. Al mismo tiempo, en el aula de Montecitorio, sede de la Cámara baja, la comunista Nilde Jotti, viuda de Palmiro Togliatti, fue reelegida como presidenta de la misma.

La doble ceremonia, cargada de espectacularidad, fue recogida en directo por el segundo canal de la RAI-TV, con un despliegue de seis equipos destacados fuera y dentro del Senado y de la Cámara baja, los cuales, sin embargo, ignoraron olímpicamente la llegada, la entrada y la presencia dentro de Montecitorio de la nueva y más espertada diputada: la aptriz pomo Ilona Staller, Cicciolina.

La RAI recogió, sin embargo, con lujo de detalles, las diversas manifestaciones de protesta o de publicidad desencadenadas fuera y dentro del Parlamento por diversos grupos. Los primeros fueron los nuevos diputados de las listas de los verdes, que llegaron en bicicleta para protestar contra la polución de la capital italiana, de la cual, según ellos, son también culpables los políticos que no saben renunciar al automóvil ni en el centro de Roma.

Los manifestantes del partido de extrema izquierda Democracia Proletaria repartían champiñones, en alusión al hongo atómico de Hiroshima, diciendo que es mejor "comérselos que hacerlos estallar contra la gente".

Cientos de fotógrafos esperaban, sin embargo, a las nuevas estrellas parlamentarias: el primero en llegar fue el ex futbolista Gianni Rivera, de la Democracia Cristiana, que acaba de casarse y que interrumpió su viaje de novios para no faltar a su investidura, como diputado. Fue acogido con gritos, como en el campo de fútbol, y todos querían darle la mano.

Y por fin llegó la esperada, ansiada, inefable Cicciolina, elegida por el Partido Radical, que dio calabazas a quienes la esperaban desnuda o transparente. La nueva diputada iba vestida de forma atrayente, pero decente, con un vestido verde bordado, a cuyos lados llevaba dos lazos con los colores de la bandera italiana. Y con todos sus argumentos ceñidos, pero escondidos. Aunque para no defraudar completamente a sus hinchas se hizo acompañar por cuatro bailarinas de su compañía, una de las cuales iba desvestida a la Cicciolina. Tras depositar su voto para la elección de presidente de la Cámara, Cicciolina lanzó un beso e hizo la uve de la victoria.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En el Senado, el anciano Sandro Pertini fue presidente durante dos horas hasta que fue elegido Spadolini. Y apenas fue elegido éste, Pertini se levantó para dejarle el sitio, diciendo: "Ya he estado demasiado tiempo en este puesto".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_