La elección se demora en la capital

El Ayuntamiento de Murcia no pudo celebrar ayer su sesión constitutiva, al haber admitido la sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia los recursos presentados por Alianza Popular y el Centro Democrático y Social contra la decisión de la Junta Electoral de Zona de rechazar las impugnaciones presentadas por ambos partidos a los resultados de los comicios municipales del 10 de junio.Por esta razón, no se sabrá hasta el 20 de julio, fecha en que se desarrollará el pleno de toma de posesión de la nueva corporación, quién gobernará en la capital. La ley Electoral General indica que los ayuntamientos han de constituirse 20 días después de las votaciones, excepto si han sido impugnados los resultados por alguna fuerza política.

Aunque el partido socialista perdió la mayoría, AP y CDS no parecen ponerse de acuerdo para un gobierno de centro-derecha. Días atrás, el CDS hizo público un comunicado en el que afirmaba que no pactaría con ninguna fuerza política. Sin embargo, dirigentes de este partido y de AP han mantenido posteriores negociaciones que todavía no han dado resultado concreto.

Las dificultades estriban en que ambas partes desean la alcaldía de la capital murciana. Alianza Popular avala este argumento con el hecho de que ha conseguido diez ediles, el doble que los centristas, a los que ofreció una concejalía con poder para cada uno de sus representantes municipales, así como la primera tenencia de alcaldía.

AP ha llegado hasta la sala de lo contencioso-administrativo porque, de acuerdo con los cálculos de la ley D'Hont, sólo 51 votos le separan de conseguir un nuevo concejal, que perdería el PSOE.

Además de Murcia, de los 45 municipios de la región sólo en Molina de Segura no se pudo constituir el ayuntamiento. En esta localidad también serán necesarios los pactos, después de que el PSOE haya perdido la mayoría. Junto con estas dos, en otras diez ciudades eran necesarios los acuerdos, pero en algunos casos, como en Yecla, no se produjeron. Allí gobernará en minoría AP, al igual que lo hará el partido socialista en Mazarrón.

En Cartagena, los ediles cantonales y aliancistas gobernarán juntos, al cumplirse el compromiso firmado con anterioridad a las elecciones. En la pasada legislatura, el alcalde socialista, Juan Martínez Simón, dimitió tras conocerse el reparto de una subvención de 27,4 millones de pesetas entre los grupos políticos municipales.

En aquellas fechas, para la designación de nuevo alcalde, AP y el Partido Cantonal firmaron un pacto, y resultó elegido el cantonal Antonio Vallejo.

El acuerdo, según una de sus cláusulas, se prolongaría después de las elecciones del 10 de junio, para dar la alcaldía al que obtuviera más votos de las dos formaciones políticas. De los diez puestos de la comisión de Gobierno, tres serán para AP, que consigue además la primera tenencia de alcaldía, mientras que el sillón municipal será ocupado de nuevo por Antonio Vallejo.

El Partido Cantonal es la expresión en Cartagena de un fenómeno -el de los partidos regionalistas- que, en cada caso con distintos matices, se ha repetido en diversas comunidades autónomas, como Navarra (Unión del Pueblo Navarro), Comunidad Valenciana (Unión Valenciana) o Aragón (Partido Aragonés Regionalista).