Los restos de heroína hallados en el camión estaban en una cuba cargada con ácido

Los restos de heroína encontrados en la cisterna del camión siniestrado hace un año en Somosierra estaban en uno de las compartimentos que llevaba ácido sulfúrico, según un portavoz de la empresa química propietaria de la cuba. La cisterna se llevó a Cartagena después de¡ accidente, en el que murieron el conductor del camión y su esposa y desapareció el hijo de ambos, Juan Pedro. Un portavoz del Juzgado de Colmenar asegura que puede tratarse de un asunto relacionado con el narcotráfico.

La misma fuente del juzgado precisó que se investiga una red de traficantes de heroína con conexiones posiblemente iraníes.Para abrir una de las tres tapas del depósito, que fue precintado por la Guardia Civil después del accidente, se precisaron diversas palancas. Testigos de la operación realizada por la Guardia Civil aseguraron ayer que en el interior de la cuba se encontró un plástico alargado que recubría una manta. "Al desplegar el plástico la manta se deshacía, como si estuviera podrida, pero en su interior no se apreciaba ningún polvo blanco", aseguró la misma fuente. "Es posible que los restos de heroína se encontraran al realizar después en el laboratorio diversas pruebas". Al parecer, existen plásticos, como el teflón, capaces de resistir al ácido sulfúrico.

La cisterna es propiedad de Químicas Meroño y el camión había sido comprado por el conductor a plazos. Fuerzas de la Guardia Civil investigan en Explosivos Río Tinto, la empresa que cargó el ácido en Cartagena, cuál de los tres depósitos de la cisterna no fue cargado en esa ocasión. Como consecuencia del accidente el líquido se derramó e invadió las tres cubas. La cisterna transportaba 20.000 litros de ácido sulfúrico con destino a la empresa Explosivos Río Tinto, situada en la localidad bilbaína de Galdácano.

Un familiar de Andrés Martínez, el conductor del camión, aseguró ayer que el fallecido no ingresó en su cuenta corriente ninguna cantidad extraordinaria en fechas anteriores al siniestro. Según esta versión el conductor tuvo que pedir prestadas en la empresa 200.000 pesetas para pagar una letra antes de partir para Bilbao, lo que, en opinión de la familia, descarta su posible implicación en el tráfico de drogas.

Lucas Hernández, profesor de Química Analítica de la universidad Autónoma, que ha realizado investigaciones para determinar si el niño desaparecido pudo disolverse en el ácido, aseguró ayer que jamás se podrá probar con certeza si murió en el accidente. El profesor de Química aseguró que la prueba sólo podría ser eficaz de haberse realizado horas después del accidente.

"Lo único que tengo son indicios", explicó. "Cuando fui a buscar la cabina del camión para realizar las primeras pruebas se me cayó el alma a los pies. Me encontré con un montón de hierros tirados en un estercolero. Cualquier persona pudo o puede acercarse hasta allí y orinar encima, por ejemplo, lo que provocaría cambios sustanciales en mis investigaciones".