Peneuvistas y socialistas pugnan aún por el reparto de la Diputación de Vizcaya

La pretensión del Partido Nacionalista Vasco (PNV) de reservarse íntegramente el control de la Diputación Foral de Vizcaya el más poderoso de los tres gobiernos provinciales de la comunidad autónoma, bloquea hasta el momento la culminación del acuerdo con el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE). Los pactos municipales y provinciales en Euskadi dejarán un mapa político completamente distinto al de hace siete meses. Al monopolio del PNV sucede el pluralismo, con tres partidos distintos al frente de cada una de las diputaciones y un aumento del poder municipal de Herri Batasuna.

La conclusión del pacto global entre penetivistas y socialistas se encuentra pendiente del acuerdo sobre las diputaciones de Álava y Vizcaya. Ambas formaciones no pudieron dejar resueltas sus diferencias tras la reunión en la cumbre (le la, semana pasada. El PSE-PSOE aspira a presidir por vez primera la Diputación de Álava, donde obtuvo menos votos que Eusko Alkartasuna (EA) pero quedó por delante del PNV. Su candidato, Fernando Buesa, necesitaría para formar un Gobierno minoritario con participación del PNV los tres votos del CDS, que no parece oponerse.A cambio de ceder la presidencia en Álava, el partido de Arzalluz pretende contar con el respaldo de los socialistas en las Juntas Generales de Vizcaya, pero sin darles entrada en la Diputación. Para el PNV resultaría vital mantener íntegro el control de este importante núcleo de poder económico y político. Los socialistas de Vizcaya, encabezados por Ricardo García Damborenca, rechazan tal posibilidad y exigen una distribución paritaria de carteras. Sus advertencias en este sentido parecen haber servido para eliminar la tentación de concesiones excesivas a un PNV más débil que nunca.

Gorordo, alcalde de Bilbao

El acuerdo es firme, en cambio, respecto a los ayuntamientos. Donde dispongan de mayoría, socialistas y peneuvistas elegirán alcalde al candidato más votado de los dos partidos. El PNV obtiene así para José María Gorordo la alcaldía de Bilbao, cuya constitución se retrasará hasta el día 20 por haberse admitido un recurso contencioso administrativo del CDS contra el recuento de votos, mientras el PSE-PSOE consigue mantenerse en la presidencia de la mayoría de las poblaciones de la margen izquierda pese al retroceso electoral. De las comisiones de gobierno quedarán excluidos todas las demás fuerzas.No obstante, HB, gracias al acuerdo de respeto a la lista más votada alcanzado con EA, casi tiene aseguradas alcaldías de poblaciones importantes como Llodio (Mava), Ondárroa (Vizcaya) y Mondragón, Bergara, Oiartzun y Hemani, en Guipúzcoa, mientras EA se reserva puntos decisivos como San Sebastián y Vitoria.

La Diputación de esta última provincia se encuentra también pendiente de que EA y Euskadiko Ezkerra (EE) cierren un acuerdo para gobernar en coalición, bajo la presidencia de Imanol Múrua, que pertenece al primer partido. En los últimos días EE ha mostrado alguna reticencia al principio que defiende EA de respetar en los ayuntamientos la lista más votada y se ha pronunciado por acuerdos de programa, que podrían facilitarle alguna alcaldía en Guipúzcoa.