Fernández Ordóñez insta a Thatcher a ceder en el problema del Peñón

"Por una vez tiene que ceder ella", afirmó ayer el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, al referirse al contencioso que enfrenta a España con el Gobierno británico, encabezado por Margaret Thatcher. "Estamos demasiado acostumbrados", añadió, "a que sea Gran Bretaña la que no ceda".El jefe de la diplomacia española se reunió ayer en el palacio bruselense de Egmont con sus homólogos de la Comunidad Europea (CE) para preparar la "cumbre" de jefes de Estado y de Gobierno de los "doce", que se celebrara el lunes y el martes. Fernández Ordófiez se desplazó a Bruselas acompañado del director general de Europa, Jesús Ezquerra, sobre el que recaerá el grueso del peso de los contactos bilaterales para intentar superar las divergencias hispano-británicas.

No a los contactos

Christopher Meyer, portavoz del secretario del Foreign Office, Geoffrey Howe, dio, sin embargo, a entender ayer que la diplomacia británica no era muy propensa a llevar a cabo reuniones bilaterales. "España", afirmó sonriente, "tiene un problema con la Comunidad, no con Gran Bretaña, porque no acepta su legislación y, por lo tanto, no tiene mucho sentido celebrar bilaterales", a lo que se prestó, sin embargo esta semana el secretario de Transportes británico, Paul Channon, al entrevistarse con su homólogo español, Abel Caballero.

Tras lamentar una vez más que la parte británica haya rechazado la última propuesta de compromiso sugerida por la Comisión Europea y formulada por España, Francisco Fernández Ordóñez negó rotundamente que su ministerio hubiese planteado solo el 9 de junio su nueva revindicación sobre el Peñón. "Hace un año", aseguró el ministro español de Asuntos Exteriores, "que hablamos ya de este tema con Howe, pero nunca se quiso hacer público para no entorpecer las conversaciones.

El pasado jueves de madrugada los ministros de Transporte de la CE lograron en Luxemburgo un compromiso sobre la liberalización del tráfico aéreo, pero Caballero pidió que el aeropuerto de Gibraltar fuese temporalmente excluido de la aplicación del acuerdo hasta que Londres y Madrid se pusiesen de acuerdo sobre su suerte.

La reserva española a la directiva comunitaria impide su aprobación que requiere la unanimidad, pero para intentar levantarla un nuevo Consejo de ministros ha sido convocado el martes de esta próxima !emana en Luxemburgo.