Samaranch y Vilarasau anuncian el propósito de expansión de La Caixa en España y sur de Francia
La Caixa, la primera caja de ahorros y tercera entidad financiera española, está estudiando diversos proyectos de expansión, según anunciaron ayer Juan Antonio Samaranch y Josep Vilarasau, presidente y director general, respectivamente, de la entidad, en el acto de presentación del primero a los medios de comunicación. Samaranch manifestó que "nuestro proyecto más ambicioso es el de dar el salto a España". El presidente precisó que, paralelamente, "la entidad está estudiando la expansión en la Cataluña norte". Según Samaranch, "La Caixa podría tener una red en la Cataluña francesa" y extenderse por Europa. Vilarasau indicó que aún no se había decidido si la expansión se realizaría con la implantación directa de oficinas o a través de la adquisición de una entidad financiera francesa.
Los directivos de La Caixa interpretaron las recientes manifestaciones del ministro de Economía, Carlos Solchaga, como una señal de que la Administración se replantea seriamente la modificación de la legislación que impide la libertad de establecimeinto. En este sentido, Samaranch afirmó que "la libre expansión de las cajas por todo el territorio nacional será pronto una realidad". El presidente calificó de "bastante incomprensiva la situación que se está creando a medida que se acercaba el año 1992, en que todas las entidades europeas tendrán libertad de instalarse en España y nosotros no".Durante los últimos años, la entidad catalana ha desplegado varias iniciativas para superar las limitaciones legales que encorsetaban su actividad financiera al estricto marco territorial de la comunidad catalana. La más importante de estas ¡niciativas ha sido la del Grup Caixa, que actualmente cuenta con un centenar de oficinas y tinos 100.000 millones de pesetas de "fondos administrados".
"A nosotros", dijo Vilarasau, "nos gustaría que el Grup Caixa fuera La Caixa".
Según los expertos, la liberalización no exige excesivos cambios jurídicos, ya que en última instancia sólo es preciso modificar un decreto. Las mayores dificultades provienen de la oposición de las cajas pequeñas y de la práctica del Banco de España de otorgar licencias de apertura a cambio de que las cajas interesadas absorban las entidades en crisis situadas en zonas fuera de su territorio.
Sociedades anónimas
Samaranch y Vilarasau coincidieron en rechazar la iniciativa de convertir las cajas en sociedades anónimas, que se debatió en varias sesiones de la 55º asamblea de la Confederación Española de las Cajas de Ahorro (CECA), celebrada recientemente en Madrid. Al parecer, la idea surgió en una anterior reunión de cajas de ahorros europeas que tuvo lugar en Berlín. En aquella reunión, varios directivos europeos manifestaron su inquietud por la proporción excesivamente baja de los recursos propios en la mayoría de las cajas. Frente a esta problemática se plantearon varias alternativas, como la aplicada en algunas cajas italianas, en las que determinadas compañías de seguros participan en las entidades de ahorro como garantes, con ¡aportaciones de capital para reforzar sus fondos propios. También se analizó la experiencia británica por la que muchas cajas de ahorros se han convertido en sociedades anónimas. Esta iniciativa llamó la atención, al parecer, a algunos de los asistentes españoles, que propugnaron un transplante mecánico de la experiencia sin tener en cuenta otros aspectos.
A pesar del abierto rechazo a la idea de sociedades anónimas, Vilarasau manifestó que era conveniente flexibilizar la normativa sobre obligaciones subordinadas, de forma que las entidades pudieran aumentar este tipo de emisiones sin las limitaciones actuales. Las obligaciones subordinadas son títulos con un interés superior a los demás, pero tienen la contrapartida de que son los últimos en cobrarse en el caso de que aparezcan dificultades financieras. En la práctica es también una capitalización de la entidad.
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